‘Pabel’, una mercería de toda la vida

Las mercerías de toda la vida de pueblo eran verdaderos tesoros escondidos. Negocios puramente tarifeños que resistieron el paso del tiempo y que fueron espacios llenos de tradición y esencia local, donde uno se podía encontrar una amplia variedad de productos relacionados con la costura, el tejido y artesanía textil.

“Pabel” fue una de estas mercerías que estuvieron presentes en nuestras vidas desde hace generaciones. En ellas, nuestras abuelas y nuestras madres acudían para comprar todo lo necesario para la confección de ropa, Desde hilos de todos los colores a botones, cintas, pasamanerías o delicados encajes, que permitían dar ese toque especial a cualquier prenda.

Con el paso del tiempo y los avances tecnológicos, muchas mercerías fueron desapareciendo. Primero de las grandes ciudades y más tarde de las pequeñas y los pueblos. Sin embargo, aún mantenemos vivo su recuerdo como un lugar de encuentro para los vecinos. Allí se respiraba una atmósfera de familiaridad y calidez que es difícil de encontrar en cualquier gran superficie.

 

En la calle María Antonia Toledo, también conocida popularmente como la calle del Chiclanero, se encontraba la mercería ‘Pabel’, cuyo nombre se debió a los nombres de las dos hijas (Patricia y Belén) del matrimonio formado por Alfonso Iglesias León (Pompo) y Mariluz Rodríguez García quienes regentaron el popular comercio.

En el número 10 A, en una pequeña fachada se abría esta pequeña y coqueta mercería. Allí no sólo se ofrecía productos propios del negocio, sino también conocimientos y asesoramiento, pues los propietarios, poseían años de experiencia en el sector. Eran verdaderos expertos en el mundo de la costura y textil, ya que hay que recordar que Pompo trabajó en Galerías Villanueva y Mariluz estaba muy familiarizada con el género. Haciendo así, la tarea más fácil a la hora de aconsejar sobre el tipo de hilo más adecuado para una prenda, dar trucos para solucionar problemas de confección o incluso enseñar a hacer algún punto o ganchillo.

Este negocio familiar, capitaneado por Mariluz ofrecía una atención personalizada y un trato agradable. “Nuestros clientes eran como de la familia”, a diario siempre entraban en la tienda numerosas personas, aunque no comprasen nada.

Casi un tercio de siglo, casi 25 años estuvo abierto este negocio tarifeño que cerraría sus puertas por el 2007 para que el matrimonio pudiera disfrutar de una merecida jubilación.

En ‘Pabel’ se ofrecían buenos trajes de gitana, de reconocida marca jerezana, complementos, paquetería, ropa interior; parches; esmalte de uñas; trajes de niños, bañadores, sábanas, jabones, camisones, tacones de flamenco y botas altas. Cualquier cosa que podía interesar se lo decías a Mariluz, y ella intentaba buscarlo por cielo y tierra hasta encontrarlo. “Esa sensación de traer algo especial y único, era muy gratificante tanto para nuestros vecinos, como para nosotros”, se enorgullece Pompo. “Nuestra clientela era fiel, se dejaba fiado y al mes siguiente te lo pagaban en una o dos veces y jamás tuvimos ningún problema”, añade.

La desaparecida mercería ‘Pabel’ es la muestra palpable de que el comercio “de toda la vida” de pueblo son, un tesoro escondido que debemos valorar, recordar y a los que aún abren sus puertas…apoyar. Son lugares llenos de historia y tradición, donde encontramos productos de calidad y trato personalizado. Además, nos ofrecen la oportunidad de desconectar del ajetreo diario y disfrutar de una experiencia de compra única. No dejes nunca de visitar una mercería de pueblo, la próxima vez que pases por uno, te aseguro que no te arrepentirás. Pero sobre todo es de agradecer el buen trato de personas que de alguna manera u otra han contribuido con su trabajo y esfuerzo personal al desarrollo socioeconómico de nuestra tierra, pero sobre todo no olviden que ellos han formado y forman parte de nuestras vidas.

Con cariño para Mariluz y Pompo y toda su familia, de Fran Terán.

2 comentarios en «‘Pabel’, una mercería de toda la vida»

  1. Gracias por cuidar tanto de un recuerdo tan bonito que tenemos en nuestra familia. Gracias por tus palabras a mis abuelos. Es precioso ❤️

  2. Totalmente de acuerdo con el reconocimiento a las mercerias de toda la vida, representada en este caso por la inolvidable «PABEL» y destacar el mérito de sus «responsables» Pompo y Mariluz. Enhorabuena

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