Tarifa se ha despertado hoy con una triste noticia, uno de sus habituales paisanos. De esos que no son indiferentes a nadie, Claudio ha sido encontrado sin vida en la Casa del Náufrago donde desde hace años ocupó como paria del mundo.
Se llamaba Claude Marte Becaud, pero todo el mundo en Tarifa le conocía como Claudio del que sus “uh, uh, uh o hu, hu, hu, Viva la Libertad o Viva la juventud’ eran sus saludos cotidianos en el transitar diario por las calles del municipio que decoraba con poemas inventados en su “naufragio de vida” que le hizo hace ya más de 30 años arribar a la orilla de Tarifa y mezclarse con sus habitantes.
Al principio Claudio venía en época estival, bien trajeado, bien aseado, con señorial porte guitarra en mano. En la Escuela de la Ranita en el edificio Cervantes, que hoy es el Archivo Municipal Jesús Terán Gil y la Biblioteca Municipal Mercedes Gaibrois, dejó su impronta musical con acordes flamencos en la desaparecida Peña Flamenca. También en la Casa de la Cultura dejó escapar inversiones de acordes de piezas musicales al piano que le dejaban usar.
Fue Papa Noé, de Navidades tristes y hoy ha sido encontrado en la Casa del Náufrago, cuya ocupación ha tenido en jaque a la mismísima Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras, porque esta ocupación de finca ha paralizado durante años el proyecto de puesta en Valor de La Caleta que proyecta la entidad portuaria que mantenía un litigio judicial con él.
Habitual en los paseos matinales y vespertinos del municipio, hacía días que sus más cercanos le echaban en falta, poniendo esta ausencia en conocimiento de la Policía Local. Una patrulla de agentes visitó esta mañana su última morada y tras tener que forzar la entrada para acceder a ella, encontraron su cuerpo marchito caído a los pies de la cama y allí en el mar que fue arrullo de sus frustrados sueños, ha terminado sus días alguien singular en la sociedad tarifeña. De él el historiador local, Fran Terán dijo en uno de los episodios de uno de sus libros: “Te sumerges y descubres tesoros ocultos tras personas sencillas, humildes y modestas, que pasan desapercibidas para el común de nuestros tarifeños, pero que si le tomas la mano, descubres lo insólito de sus vidas. Sin el menor asomo de vanidad, regala poemas y poesías. Regala el “hu, hu hu juventud”; se viste de Papa Noel en Navidad, reparte alguna propaganda de algún bar y regala, sobre todo, regala poesías y sonrisas”.
El ayuntamiento a través de sus redes sociales ha lamentado la pérdida de este tarifeño de adopción y recordando la mejor de su sonrisa le despedidos también nosotros descansa en paz Claudio.