Por Rosmarie Hennecke
Estimadas Sras. Estimados Sres.
La ciudad de Algeciras lleva el reciente título de “Ciudad amiga de la Infancia” y debemos preguntarnos, si UNICEF ignora la siguiente incongruencia: Algeciras promueve Escuelas taurinas, y su alcalde, José Ignacio Landaluce Callejas, destaca la elevada importancia del sector taurino como su apoyo a la labor de la escuela municipal de tauromaquia de Algeciras
UNICEF pretende que éstas “ciudades amigas de la infancia” visibilicen a los menores, con hacerles partícipes de las decisiones que les afecten y que piensan en ellos a la hora de gestionar. ¿Realmente los gestores, el Ayuntamiento, se atrevieron a hacer una real “Participación ciudadana” o han vuelto a contratar una empresa para que efectúen un Plan que presuponemos un copia y pega de algún otro y paga la ciudadanía con fondos públicos?
¿Qué hacemos con el así denominado interés superior del menor?
¿Cómo explican a un niño que existe discriminación entre los animales, que algunos animales son más válidos que otros, pero que todos son sensibles? ¿Cómo explican que un toro de lidia, un bóvido, animal doméstico se puede torturar hasta su muerte?
En el Tratado de la Unión Europea se garantiza una mayor protección y un mayor respeto del bienestar de los animales como seres sensibles.
En en el caso de la tauromaquia se trata de una disonancia cognitiva fomentada por las administraciones públicas.
¿Cómo se están considerando los valores sentimentales de estos niños? ¿Qué hacemos con la ética y la moral?
¿Cómo nos explican que una “ciudad amiga de los niños” pueda transmitir corridas de toros en horarios de niños?
Para nosotros, es inaceptable que una Ciudad, no importando cual, pueda denominarse “Amiga de los niños” cuando al mismo tiempo promueve la educación a la tortura de un animal hasta su muerte.
Sin otro particular, Rosmarie Hennecke