El ayuntamiento de los esperpentos

Por Vanesa del Mar

Al más puro estilo surrealista de don Ramón del Valle-inclán se presentaron los presupuestos del año 2025 en Tarifa, incrementándose en 2 millones de euros más respecto al anterior cuyo destino tienen a los festejos populares, a la publicidad y a la subida de sueldos de quien gobierna como eje central del propio documento.

Se conoce como esperpento a una figura literaria que constituye una forma de vislumbrar el mundo y desenmascarar la realidad.

Fue algo surrealista porque las intervenciones del pleno así lo fueron, y no puedo más que destacar algunas de ellas que reflejan la situación vivida días atrás.

Empezó la sesión plenaria con una defensa de los presupuestos por parte del gobierno, algo tediosa, plana, y bastante aburrida que se limitó prácticamente a la lectura de un posible informe técnico. No miento si digo que apenas me enteré de algo, y dudo que ni el propio interlocutor lo entendiera de todas, todas. Pero si en el gobierno se demostraba un poco de confusión, desconocimiento e improvisación a tenor de las equivocaciones en la lectura, por el contrario, percibí en la otra bancada: preparación, firmeza y contundencia en lo expuesto.

Entre las distintas posturas se manifestó que el presupuesto no cumplía con el plan de ajuste y que habían dedicado una subida desmesurada a las fiestas y a sus sueldos políticos obviando y destinando 0 euros a la vivienda pública.

No menos llamativo me resultó la exposición que hicieron al respecto de conceder subvenciones para las asociaciones, donde el propio ayuntamiento ha primado mayor interés a una escuela taurina en dotación económica por encima de las habituales asociaciones asistenciales y sociales del municipio.

La cosa no tenía visos de mejorar, y aún quedaba por llegar lo mejor, el turno de las preguntas, que en muchas ocasiones resultan incómodas a la vista de las reacciones de los propios ponentes pero que resultan imprescindibles, a mi juicio, para quitar la máscara de lo absurdo y lo grotesco.

Es verdad y no miento, que me resultó absurdo y algo infantil ver como el alcalde era llamado a la atención por sus propios socios de gobierno como si fuese un niño pequeño, gritándole sus compañeros en ocasiones para que no contestasen a la oposición y por tanto mermando considerablemente su actitud de liderazgo.

Entre lo absurdo y surrealista se dieron algunas situaciones más, como aquella donde el alcalde al ser gerente de un chiringuito en suelo municipal se le cuestionara su honorabilidad por no poder enseñar con certificaciones reales si había o no había entregado ya las mejoras comprometidas.

Por cada minuto que pasaba la situación se iba acalorando y se iban dando puntadas sin hilo, como aquella de que tras pasar más de 3 meses almacenada la ayuda solidaria del pueblo de Tarifa para la Dana en un polideportivo municipal aún no fuese entregada por falta de contratación de un tráiler.

Tras continuos desatinos y sainetes vinieron a rezumar los esperpentos a través de la denuncia de falsedad de firmas que está en fiscalía, el lío de las corridas de toros, la alarma educativa creada para justificar urbanizar privadamente gran parte de Tarifa y alguna que otra perla más sacada fuera de lugar y de contexto.

Durante tres horas estuve bastante entretenida y por eso no me cabe la menor duda que si Valle-inclán viviera, que representa la tendencia más rompedora, mordaz y sarcástica titularía este pleno como una de sus grandes obras “Luces de Bohemia” o mejor aún se inventaría tal vez el nombre de “el ayuntamiento de los esperpentos”