El SARS-Cov-2 deja en el aire la venida de la Patrona, la Cabalgata y descarta casi por completo ‘pasar por debajo del manto’
La Junta de Gobierno de la Hermandad en cuanto pueda reunirse deberá someter a consideración si la imagen de la Patrona viene, y de qué forma hasta el núcleo urbano

Hoy festividad de San Isidro, quedan aún 115 días para que se pudiera asistir el próximo domingo día 6 de septiembre, a la tradicional cabalgata agrícola y venida al pueblo de la Patrona María Santísima de la Luz desde su ermita en la dehesa de Caheruelas (a unos 9 kilómetros hasta el templo de San Mateo) y la que sería la 106 edición de la declarada de ‘Interés Turístico de Andalucía’ -desde el año 2010- está actualmente en el aire y tiene visos de que no se produzca.
Así lo ha confirmado a título personal el hermano mayor de la Real y Pontificia Real Congregación de María Santísima de la Luz, Alfonso Pacheco, quién ha señalado que a pesar de que aún queda tiempo por delante la COVID-19 podría (casi con toda seguridad) suspender esta tradición que se remonta a 1914 y que desde entonces solo se ha visto interrumpida durante los años 1932, 33 y 34, reanudándose en 1935 y por la Guerra Civil durante los años 1936-37 y que desde 1938 ha venido celebrándose ininterrumpidamente incluso durante la ‘peste equina’ de 1989 cuando se prescindió de los caballos pero la Virgen y San Isidro vinieron acompañados por los jinetes descabalgados y miles de personas.
Las características de este acontecimiento tradicional, religioso y social, que reúne en torno al él la presencia de miles de personas y unos 400 jinetes, parece actualmente inviable dadas las restricciones sobre aglomeraciones y confluencias de personas, inherentes a este tipo de celebraciones. Pero además, resulta toda una incógnita prever que pueda realizarse, máxime cuando el gobierno local ya ha determinado la suspensión de la Feria en honor a la Virgen de la Luz, declarada patrona de la ciudad en 1750, si bien desde 1798 la imagen mariana ya era trasladaba en romería -en la tarde del día 6 de septiembre- desde su ermita a la iglesia de San Mateo para ofrendarle diversos actos lúdicos, como previamente se había venido realizando en su santuario y alrededores.
Así, cuando la nueva Junta de Gobierno se planteaba como un escollo el que la comitiva volviera a regresar a su itinerario habitual ocupando durante parte de su trayecto la carretera Nacional 340, después de que el pasado año la DGT desautorizada el corte de carretera obligando a realizar el tramo final del recorrido por ‘la colá’, la crisis sanitarias por la COVID-19, se ha convertido en el auténtico problema y que la Virgen pase el mes de septiembre en San Mateo en lugar de su ermita, se antoja una empresa ardua difícil.
Ahora, la Junta de Gobierno en cuanto pueda reunirse -lo permita las restricciones por confinamiento y distanciamiento social- deberá someter a consideración si la imagen de la Patrona viene, y de qué forma hasta el núcleo urbano. Parece que queda descartado el hecho de que la Patrona venga al pueblo en procesión marina. Y una alternativa podría ser -como así lo ha hecho en algunos años durante la Romería cuando ha llovido- utilizar un medio mecánico, para transportarla desde la ermita a la parroquia de San Mateo. En cualquier caso, y si la pandemia no remite lo suficiente, este traslado se realizaría sin la presencia de devotos y fieles. Son no obstante hipótesis que deberá afrontar y decidir la Junta de Gobierno.
El hermano mayor de la hermandad, y precisando en todo momento que habla a título personal, “descartó casi por completo” que en caso de que la Virgen pueda venir a Tarifa, se pueda celebrar otro de los momentos emblemáticos que envuelven la historia de la devoción que se le tributa a esta imagen. Se trata del ‘Acto de Consagración a la Patrona’, más conocido como ‘Pasar por debajo del Manto’. Un acto instaurado el 1899 por el recordado párroco ‘padre Marchena’ y que resulta la “despedida del pueblo a la Virgen” antes de que al día siguiente regrese en romería a su ermita tras permanecer casi durante todo el mes de septiembre en la ciudad.
Es este de un acto multitudinario que reúne en torno a las 10.00 0 15.000 personas. Tras permanecer mucho tiempo en una larga fila de gente que llega en momentos puntuales hasta las puertas de la residencia de ancianos San José, cruzando toda la Calzada, los fieles acceden al templo por la Puerta del Perdón. A los pies del altar mayor la imagen permanece mientras dos miembros de la Junta de Gobierno de la Pontificia y Real Congregación, sostienen el manto de la Virgen mientras los devotos pasan bajo él. Unos lo tocan, otros lo besan y todos se encomiendan a la protección de la imagen mariana. A todas luces, pasar por debajo de un manto por el que han pasado, tocado y besado miles de personas resulta en la coyuntura sanitaria actual, algo realmente improbable y que se enfrenta a las mínimas normas higiénico sanitarias imprescindibles para contener la pandemia.
Por tanto, la venida de la Virgen, de la Patrona a la que se encomienda muchos tarifeños parece difícil que se produzca, y pasar por debajo de su manto algo realmente improbable. Ahora, le toca a la Junta de Gobierno de la hermandad, articular los mecanismos necesarios para buscar una solución, alternativa o finalmente declinar la posibilidad de que la imagen mariana acuda a su cita fiel con su pueblo.