Desde la una de la tarde y hasta pasada la medianoche la iglesia de San Mateo fue un intenso desfilar de miles de devotos que cumplieron así con la tradición que se remonta a 1899 y supone la despedida del pueblo a su patrona.
Una vez más y ya van 124 años, (sólo interrumpido por la pandemia de COVID) que miles de fieles, en torno a las 18.000 y 20.000 personas volvieron en la jornada de ayer sábado en que se estrenaba el otoño, despedirse de la Patrona participando del tradicional acto de Consagración del Pueblo a su Patrona, más conocido como Pasar por debajo del manto’. Un acto que se institucionó en el año 1899 por el párroco Marchena a quién se le ocurrió la idea de realizar la jornada previa a la marcha de las imágenes de San Isidro y la Virgen de la Luz, un multitudinario acto que representase un adiós colectivo (más un hasta el año que viene) antes que como ha ocurrido esta mañana han peregrinado en Romería hasta el Santuario de Caheruelas.
La jornada del sábado fue intensa, primero con la homilía de 12 que se alargó por estar decorada musicalmente con las interpretaciones del coro polifónico de Mérida, cuyo director, Manuel Bernáldez, mantiene contacto con la localidad desde que por los años 70 realizara en ella el servicio militar.
Posteriormente a la homilía, en la Casa Hermandad de la Real y Pontificia Congregación, se llevaba a cabo la donación por parte de la familia Núñez-Jiménez de dos antiguas portadas del ABC con la imagen de la Patrona de Tarifa. Se tratan de cabeceras de los años 1954 y 1959 en las que se ubican a la Patrona en distintos escenarios simbólicos, uno el de la mar y otro el de la campiña. El alcalde José Antonio Santos, y el concejal de Cultura, Nacho Trujillo, estuvieron presentes en esta cita y uno de los herederos de este archivo, Carlos Núñez León fue quien personalizó esta donación dirigiéndose directamente a Alfonso Pacheco, responsable de la Hermandad de Ntra. Sra. de la Luz.
En la Iglesia la Virgen a los pies del altar mayor, ataviada con manto realizado y donado por el recordado sacristán Sebastián Rondón Guerrero, la Patrona de Tarifa volvió a presidir el acto de despedida.
Un nuevo baño de multitud que se dio ayer la imagen de la Patrona en una extensa y ferviente jornada que se prolongó pasadas la medianoche en uno de los momentos más relevantes dentro de los cultos en honor a la patrona, que cada año congrega a miles de personas. Una cifra muy por encima de los 253 devotos que desfilaron por debajo del manto de la Señora en aquella primera ocasión.
No fueron pocos quienes aprovecharon la extensión de la homilía para ya pasar por debajo de manto antes de que a las cuatro de la tarde como dicta la Pontificia y Real Congregación de María Santísima de la Luz, se abriera la puerta del Perdón en el lateral norte del templo para facilitar la entrada de los miles de fieles que participaron de la tradición.
Primero, los enfermos y ancianos de la Residencia San José y posteriormente un incesante goteo que fue tornándose en espectacular multitud conforme se acercaba la noche. Cientos de metros de colas de cientos de metros de fe o tradición. Como cada año la Virgen en su paso procesional permaneció al pie del altar mayor mientras (por turnos) dos miembros de la Junta de Gobierno sostenían el manto azul cielo profusamente bordado en plata y con filigranas de oro por donde pasaron numerosas personas. Jóvenes, niños, mayores, ancianos, hombres, mujeres, familias y amigos fueron sumando gente a un acto que convirtió la Calzada tarifeña en un mar de cabezas en movimiento en una fila que se prolongó cientos de metros.
La Campera volvió a contar un año más con el cariño de su pueblo que la venera y la quiere. Tras la misa del alba de hoy la Patrona, junto a su fiel e inseparable San Isidro han emprendido el regreso a la ermita en jubilosa romería.