A través del ‘Facebook’ se está contactando con antiguos integrantes de la agrupación para realizar una quedada y un almuerzo el próximo 11 de noviembre. En Tarifa la agrupación llegó a contar con más de un centenar de miembros entre Lobatos, Scouts, Escultas y Rovers
Quién iba pensar que el brillo de aquella flor de lirio hecha emblema, se mantendría aún refulgente, después que en la década de los 70 y 80 constituyera casi una forma de vida para los Scouts de todo un mundo, de pensar, donde el contacto con la naturaleza, el conocimiento de las plantas, la fauna, la inventiva para hacer nudos o que el Libro de la Selva constituyeran la Biblia de aquel grupo que tuvo en Robert Baden Powell a su fundador.
Casi alcanzado el medio siglo de su creación (a mediados de los años 70), antiguos scouts de Tarifa están organizando un encuentro al objeto de recordar “aquella importante experiencia que, durante una década, vino a llenar de actividades lúdicas al aire libre la vida de muchos niños y niñas del municipio”.
El grupo scout se originó a partir de la labor de Sebastián Hidalgo Ríos, quién impulsó la creación de la Patrulla Liebre con 7 miembros fundadores, que fue el núcleo raíz que posibilitó que, unos años después, se llegara a contar con la presencia de más de un centenar de miembros. El grupo, durante esos años, ofreció una actividad muy diversa y atractiva que iban desde las reuniones semanales en la sede hasta los deseados campamentos.
El organigrama final del grupo se configuró con la creación de la tropa Scout y una nueva patrulla Esculta, y, poco tiempo después, la manada de Lobatos y la creación del Clan Rover. También fue muy importante la implicación de algunos padres en determinadas actividades, especialmente como apoyo logístico en los campamentos.
Las salidas y, especialmente, los campamentos realizados en la zona de la Herrumbrosa en La Peña, en Pelayo o en Carrizales se completaron con otros que se hicieron en la Sierra de Cádiz, o la acampada para la celebración provincial de San Jorge. Todos ellos quedaron marcados en la memoria de quienes pudieron disfrutarlo y que el próximo 11 de noviembre volverán a reunirse para recordar esa inolvidable experiencia educativa que, desde mediados de los años 70 hasta los 80, fue parte de la vida de Tarifa.
El evento consistirá en un almuerzo, en un conocido restaurante de la localidad el sábado 11 de noviembre al mediodía. Para ello, se está intentando contactar con el mayor número posible de antiguos miembros y todos pueden darse como invitados. Tan sólo deben comunicarlo a través del grupo de Facebook “GRUPO SCOUT 319 GUZMÁN EL BUENO”.
Los Scouts, quienes lo fueron, volverán a recordar que esa flor de Lis, que no representaba a la realeza francesa, inspiraba en sus tres pétalos, la esencia de ‘la promesa’ Scouts (que al margen de la innegable influencia del catolicismo) era la confirmación de un compromiso basado en “ser un buen ciudadano y ayudar al prójimo”. Esta hermandad (representada en el lazo que envuelve a la flor en el escudo) también lo atestigua con su característico saludo, donde el dedo pulgar agarra al meñique en un símbolo de que el fuerte protege al débil. El próximo día 11 de noviembre, en Tarifa se volverán a rememorar aquellos campamentos de San Jorge, con juegos y hogueras gigantescas donde al calor de las mismas se contaban historias y se construía hermandad.