‘Poplac’ plantea montar en Tarifa una planta piloto para convertir en energía los arribazones del alga asiática invasora

La empresa valenciana plantea una gestión de residuos que no necesitaría la obtención de la ‘valorización’ del MITECO y aprovecharía el metano que se desprende de la putrefacción de las algas para convertirlo en energía eléctrica. El gobierno local prepara unas jornadas en marzo y demanda ayudas de las administraciones supramunicipales.

La empresa valenciana “Poplac Development”, estudia ya la posibilidad de convertir la gestión de retirada de los arribazones de algas, consideraros residuos sólidos urbanos, en biocombustible capaz de generar energía. Se trata de aprovechar la liberación de gas metano que se libera del proceso de putrefacción de las algas para convertirla mediante un proceso bioquímico en energía eléctrica. Con ello, se pretende mitigar en parte el enorme problema medioambiental que la invasión de la Rugulopteryx okamurae representa en el municipio afectando seriamente al equilibrio natural y a sectores socioeconómicos como la actividad pesquera tradicional o el turístico.

 

Según explicó el director de la empresa Alberto Ruiz, se trata de una técnica que se aplica ya en el México caribeño de la mano de un laboratorio español, afincado en Valencia, y señala la actuación como una actuación con marco legal, que a diferencia de otros proyectos de revalorización o transformación de los arribazones, no requeriría de ninguna autorización de valorización que viene siendo esquiva de facilitar por el MITECO, ya que se trataría exclusivamente de “gestionar el residuo”. Según Ruiz “más allá de marco jurídico, hay una realidad, cuando las algas se depositan en la playa ellas por sí sola liberan metano que es contaminante. Cuando nosotros las metemos en un biorreactor, no hacemos otra cosa que atrapar ese metano y convertirlo en energía. Con lo cual no estamos interfiriendo en el proceso, sino sólo conteniendo. ¿Qué mejor gestión de residuo?”

El responsable de ‘Poplac Development’ planteo al Consistorio la posibilidad de que el próximo mes de marzo, coincidiendo con la celebración en el municipio de unas jornadas informativas sobre el alga asiática invasora, montar una planta piloto rudimentaria” para durante un mes conocer su funcionamiento y los resultados que puede ofrecer. A partir de ahí, plantear diferentes opciones”.

Para el aprovechamiento como biocombustible y sacar rentabilidad a este “residuo sólido urbano” es necesario que el tratamiento se realice en seco. Es decir, los arribazones de algas, deberán ser trasladados (posiblemente hasta donde se trasladan ahora en el recinto de la depuradora local) y secarse para iniciar su transformación en los biorreactores. Con todo y según apuntó la edil, Celia Rico en el proceso de transformación el alga sería tamizada para propiciar la recuperación de la arena que se pierde por su retirada de las playas, algo que según la edil “está afectando a la biodiversidad de la zona”.

El Consistorio ha valorado positivamente esta nueva iniciativa, pero es consciente que si bien “puede solucionar el tratamiento del residuo sólido urbano, no solucionaría del todo el problema”. Precisamente en ese sentido, el alcalde, José Antonio Santos Perea apuntó a que “este tipo de iniciativas son alternativas para la gestión del residuo marino que puede ayudar a reducir los altos costes que la presencia del alga invasora”. Por ello volvió a reclamar la intervención de las administraciones supramunicipales, Diputación, Junta y Gobierno de España para contribuir a reducir los costes derivados de la gestión de retirada de algas de las playas. No olvidemos que en lo que va de año el Ayuntamiento de Tarifa ha asumido la retirada de 11.500 toneladas de arribazones de algas.

Desde Nuevos Aires se apunta a esta iniciativa como una oportunidad “no sólo para reducir los costes de traslado al vertedero, sino que también posicionaría a Tarifa como referente en sostenibilidad al aprovechar recursos locales para producir energía limpia”. El primer teniente de alcalde que se ha atribuido “liderar iniciativas para afrontar los problemas que afectan al municipio” apunta del mismo modo a que “aunque esta solución reduce los costes asociados, no elimina completamente el problema financiero que supone la recogida y gestión de las algas. Este proyecto no sólo requiere una inversión inicial para montar la planta, sino también recursos continuos para la recogida de las algas, un proceso que tiene un coste elevado para el municipio y es crucial contar con el apoyo y la financiación de las administraciones supramunicipales”, subrayó.