Los trabajos de accesibilidad del entorno de Santa Catalina favorecen la restauración del búnker defensivo del puerto

A través de los fondos MUNITUR se concretan unos trabajos de puesta en valor de la zona por un importe total de 122.277 euros.

El búnker (obra nº5) mientras los operarios ultimaban su restauración en días pasados/Shus Terán

Los búnkeres o nidos de ametralladoras enmarcados dentro del plan de defensa de la costa española del Estrecho, forman parte indivisible del castillo y entorno de Santa Catalina, participando también de su legado histórico como aquellas baterías erigidas a comienzo del siglo XIX como piezas esenciales de la guerra de Independencia.

Tal es el caso del búnker situado al pie del cerro de Santa Catalina (la denominada como obra n°5) construida en 1947 para defensa del puerto de Tarifa, que gracias a la última fase del “proyecto de mejora de accesibilidad y mobiliario urbano, cerro de Santa Catalina, Paseo Marítimo, Glorieta de León y Avenida Fuerzas Armadas” ha recuperado su estado original como pieza constructiva defensiva del siglo XX. Una pieza con planta en forma de cruz ideado para albergar indistintamente por un cañón contra carro tipo Ansaldo como por un Negrillo. Según apunta el estudioso, Juan Antonio Patrón, al objeto de favorecer esta posibilidad defensiva, “en el frontal de las troneras se hicieron unos retallos verticales y horizontales que permitían adelantar el eje vertical de las piezas y al mismo tiempo se conseguía aumentar el sector horizontal de fuego. Las dos ametralladoras con las que contaba también esta posición defensiva iban situadas simétricamente en los flancos y sus fuegos se cruzaban inmediatamente delante del cañón contra carro. Contaba, además, con un fusil ametrallador, que iba situado sobre la losa de cubierta en una cámara ubicada en un segundo nivel sobre la del cañón.

Ahora la ultima fase de esos trabajos proyectados gracias a una subvención concedida en abril de 12 del 2021 por la Junta para los Municipios Turísticos de Andalucía (Munitur), está permitiendo la recuperación no sólo del búnker, sino la mejora del espacio público de “interés turístico-cultural y la mejora de accesibilidad del entorno del cerro y castillo de Santa Catalina. El objetivo es también la mejora de un itinerario peatonal de comunicación entre la trama urbana y las playas, creación de mobiliario para aparcar bicis y fomentar el “transporte blando”, además de recuperar y poner el valor el Cerro y fomentar la dinamización de la actividad comercial en la zona.

La base de licitación de todos los trabajos es de 122.277 euros, destinándose una cantidad de 11.397,66 euros para la restauración del búnker, que gracias a los trabajos realizados ha recuperado los retallos característicos”.

El resto del montante económico se reparten en otras intervenciones como movimientos de tierra, cimentación del terreno, trabajos de albañilería, mobiliario urbano, gestión de residuos, señalización o la instalación de diversas infraestructuras o tratamiento de zonas verdes.

Una intervención que llega ahora a su fin concretando un trabajo previo que a lo largo de los últimos años viene a poner el valor y embellecer el entorno del castillo de Santa Catalina, que por otro lado se está (literalmente) cayendo a pedazos.

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