Disfruten de la “Tarifa fuera de temporada”, si pueden

A partir de hoy munícipes, empresarios del sector y técnicos estarán promocionando en FITUR las potencialidades turísticas de la localidad. Y es que al margen de las potencialidades intrínsecas que constituyen la posición geoestratégica, así como el entorno natural y condiciones climatológicas, (cada vez más amenazadas por la sinrazón de algunos de volver a modelos urbanísticos caducos e imposibles de soportar y hacer sostenibles), el municipio oferta además un “paquete” de posibilidades con las que disfrutarla y por consiguiente venderse como potencial destino turístico. Entre ellas, su gastronomía, su ocio de noche, su propia moda textil. Según apuntó el propio Consistorio precisamente en esta edición de FITUR se iba a promocionar “La Tarifa fuera de temporada”. Ya saben la conocida y manida desestabilización turística.

Así apuntaba el Consistorio a su promoción en la Feria Internacional de Turismo de Madrid de ‘La Tarifa fuera de temporada’: “es la Tarifa más invernal, la que combina naturaleza en estado puro, agenda cultural y variedad gastronómica la que asomará a FITUR 2025. Dar alicientes para la escapada y la visita fuera de la temporada estival es el escenario desde el que parte el Ayuntamiento de Tarifa en esta edición de la Feria Internacional del Turismo, en Madrid”. Esta campaña se basa parte de su promoción en la oferta gastronómica a degustar durante los 12 meses, los 365 días del año. Hasta ahí… perfecto pero ahora llega lo paradójico, mientras se está en Madrid promocionando la “Tarifa fuera de temporada y para comérsela los 12 meses y los 365 sabores” asistimos a un “desierto comercial” en la localidad con la gran mayoría de establecimientos hosteleros (hoteles, bares, restaurantes), comercios textiles, y demás cerrados a cal y canto. Y no se cierra a horas intempestivas, sino que el fácilmente comprobable al mediodía o a partir de las siete de la tarde. Es darnos una vuelta por el casco histórico y sus principales calles y… dan ganas de abrazarnos con la primera persona que encontremos. Por no hablar de dónde meternos.

 

Ayer pude contar 20 establecimientos comerciales cerrados en la céntrica calle de La Luz por sólo tres abiertos. Y no es una cuestión de culpabilizar ni demonizar a quienes en su legítimo derecho cierran sus locales. Ellos conocerán el por qué. Sí me permito felicitar a quienes sí aguantan el tirón con mucho esfuerzo, pero mantienen las puertas de sus negocios abiertas. Porque claro esto es… una pescadilla que se muerde la cola. Unos no abren porque no hay gente, pero no hay gente porque no hay nada abierto. Insisto no se trata de culpar, ni responsabilizar a nadie, sino de reflexionar sobre el asunto.

 

No sé, si podría paliar esa situación de cierre de locales una mayor y fluida relación entre los comercios de gremio y ponerse de acuerdo a la hora de fijar un calendario de cierre vacacional. O quizás, y me temo que por aquí van los tiros, es hora de debatir si Tarifa es capaz de soportar durante todo el año el que en una calle como la de La Luz, existan casi una treintena de negocios. Se trata de entender si la ciudad y su maltrecha economía, permite subsistir a la cantidad de negocios que abren sus puertas. O sólo son negocios temporeros con el perjuicio que al tejido laboral conlleva ese aspecto.

 

En definitiva, que hay que hacérselo mirar y los responsables políticos y agentes sociales deberán de mover ficha. Mientras tanto cada cual, como sepa y pueda, disfruten de la Tarifa fuera de temporada.

3 Comentarios
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios
ricardo
ricardo
Visitante
10 días

Pues a muchos tarifeños precisamente es ahora cuando más disfrutamos de la ciudad… cuando se parece a lo que realmente Tarifa es: un pueblo, y no un macrocentro comercial. Bravo por los comerciantes que cierran y dejan a las calles y a sus gentes “descansar”.

Carlos
Carlos
Visitante
22 días

Pues tiene usted razón. Antes iba a mi pueblo cuando podía y ahora, tras jubilarme, hasta seis meses al año. Cada vez que voy, hago más botellón en casa: siempre tengo mesa, chimenea, buen vino y sabrosas tapas…¿tapas? ¿esas cosas existen? Lo malo es que me acostumbre y no salga cuando esté todo abierto.

Mercedes
Mercedes
Visitante
23 días

En mi caso, cierro el invierno desde hace 15 años porque tener abierto el negocio me costaba dinero, tiempo y esfuerzo. En ese tiempo, casi nadie cerraba. Poco a poco, cada cual sabe sus cuentas, se ha ido cerrando el 90% de los negocios turísticos.
Pagar autónomos, irpf, y demás gastos para 4 turistas que no daban ni los buenos días no era viable.