La Hermandad conmemora hoy 9 de febrero con una misa en el santuario, los 273 años de la Virgen de la Luz como Patrona
Cuando se cumplen 273 de la proclamación de la imagen mariana como Patrona de Tarifa la ermita acogerá una misa a partir de las 19:00. Desde 1789 se determinó que la Virgen de la Luz fuese traída en septiembre para conmemorar su onomástica

El acuerdo de proclamación de María Santísima de la Luz como Patrona de Tarifa se concretó un 16 de enero de 1750, si bien fue el día 19 del mismo mes cuando se reunieron los dos Cabildos, el secular y el eclesiástico para realizar el Voto según se recoge en el libro del cronista oficial Jesús Terán Gil ¿La Virgen de la Luz, la Patrona más meridional de Europa”, pero como las cosas de Palacio van despacio o con que con la Iglesia topamos, entre todos se acordó que la fecha para la celebración de tal efeméride quedaría fijada por el obispo de entonces, Fray Tomás del Valle, para el día 9 de Febrero, bien es cierto que de la misma forma, se acordó que la renovación anual del Voto por parte del alcalde (de turno) se llevase a cabo en el mes de septiembre coincidiendo con las fiestas patronales en honor a la Señora. Con todo, y sin tener que esperar a septiembre, hoy jueves se conmemora 273 años que la Virgen de la Luz, es oficialmente Patrona de la localidad.
La Pontificia y Real Congregación de María Santísima de la Luz, no ha querido ser esquiva a tal efeméride y por ello en la tarde de hoy jueves a partir de las 19:00 horas celebrará una “santa misa” en la ermita de la dehesa de Caheruela (donde la Virgen permanece casi todo el año menos el mes de septiembre en que regresa a la localidad) que será oficiada por el reverendo Pedro Durán Durán.
La hermandad ha publicado en redes sociales y al respecto del día de hoy, una semblanza realizada por la cronista oficial de la ciudad, Candelaria Muñoz sobre la efeméride.
Muñoz Ruiz relata: “A mediados del siglo XVIII se sucedieron en Tarifa años de intensa sequía. Faltaba el agua en los sembrados para los alimentos de la población y todo lo necesario para el ganado, lo que suponía un desastre para nuestra ciudad. Tarifa, sin algunos de sus sustentos económicos como eran la agricultura y la ganadería, se exponía a una total decadencia y ruina.
Ante tal sequía que asolaba nuestros campos, el alcalde mayor, Miguel de Aragón y Serrano, propuso traer a la Virgen de la Luz en penitencia, en rogativas, desde su ermita hasta la iglesia de San Mateo, -como ya había ocurrido en muchas ocasiones anteriores-, para hacerle un Novenario e implorarle que nos socorriera en esa necesidad tan primordial.
El día 14 de enero de 1750 el Concejo Municipal con el Clero, los Hermanos Mayores y la Comunidad de la Santísima Trinidad organizaron la procesión de penitencia desde la iglesia de San Mateo hasta la ermita y, cuentan las Actas de la Hermandad que, una vez que habían salido al Santuario y traían la imagen a Tarifa, se experimentó la intersección de la Virgen, cuando comenzó a llover fuertemente beneficiándose los campos, de manera milagrosa.
El alcalde mayor propuso que, en acción de gracias por tantos beneficios que recibían de la Virgen de la Luz, se le nombrara Patrona de nuestra ciudad, hecho que se llevó a cabo en Sesión Plenaria. También la Corporación Municipal se comprometió a pagar la cantidad de 120 reales de vellón a los Hermanos Mayores para ayudar a las fiestas que habrían de celebrar el día 8 de septiembre, festividad de la patrona, en el Santuario y a asistir a los actos que se hicieran en su honor.
Faltaba la aceptación eclesiástica. Y un 9 febrero 1750, el obispo Fray Tomás del Valle aprobó, confirmó y corroboró todo lo que anteriormente había expresado la Corporación Municipal.
Esta fecha fue muy importante porque a partir de entonces, se escogió este día para la celebración de la efeméride. Durante muchos años, el 9 de febrero fue fiesta local en Tarifa, porque se conmemoraba el momento en el que se confirmó que la Virgen de la Luz sería Patrona de nuestra ciudad. El Ayuntamiento en pleno y un gran número de fieles asistían todos los 9 de febrero a una misa en el Santuario.
Independientemente a esta fecha, a partir de 1789, la Virgen de la Luz era traída en septiembre para conmemorar su onomástica”.