Tarifa, de 'Playa vacía' y 'Alatriste' al FCAT, plató de cine inagotable
La localidad ha sido en ocasiones escenario de cine y ahora es sede del Cine Africano que hoy clausura su XIX edición

Tarifa ha sido casi a la par que se inventará el séptimo arte, un escenario natural de cine. Por su estética, vestigios, entorno natural, ha formado parte de algunas producciones de auténtico lujo como el caso de la millonaria Capitán Alatriste, de Díaz Yanes que recreó un galeón del Siglo de Oro en plena ensenada de Valdevaqueros y coqueteó con la posibilidad si en lugar de desmontarlo se reconvertía en chiringuito, hasta utilizar sus estrechas calles para imitar ciudades moriscas o como escenarios de producciones de acción y bélica como la protagonizada por Charlie Sheen en 1991 ‘Nay Seals’ que en teoría se desarrolla en El Líbano pero que buena parte se rodó por las calles de Tarifa, Camposoto en San Fernando y Sancti Petri en Chiclana.
Para conocer la historia de la localidad como plató de cine hay que remontarse a principios mismo del siglo XX, cuando el catalán Fructuoso Gelabert quien rodó ‘Guzmán el Bueno’ en 1.909 aunque giraba en torno de la épica historia del héroe tarifeño, no se rodó ni una secuencia en el municipio, que sí fue escenario años más tardes del documental Almadraba (1935) de Fernando Mantilla.
Hay que trazar un paréntesis para apuntar a que no solo ha sido Tarifa escenario de cine, sino que algunos de sus personajes singulares como el recordado Juan Muñoz, Juanito, también fueron secundarios de lujo en alguna recordada película como en el caso de ‘La niña de luto’ que el genial Manolo Summers rodó en 1964, y en la que contó con tan entrañable personaje, para un cameo después de conocerlo cuando el polifacético realizador sevillano tuvo que hacer el servicio militar en la Isla.
Ya en la era del color, la playa de Los Lances y más concretamente el entorno del hotel Dos Mares acogió en 1976 el rodaje de la adaptación al cine de la obra de teatro de Jaime Salom, ‘La Playa vacía’ protagonizada por una sensual Amparo Rivelles que encarna a una viuda que regenta un hostal en la playa y convive (Jorge Rivero) con un joven trabajador sin que su relación se defina. La llegada de una antigua amiga cambia totalmente esta coproducción hispano-mexicana que tuvo mejor éxito al otro lado del Atlántico que en España.
Pero para entender el éxito de la localidad como escenario, hay que acudir irremediablemente al rodaje de la producción de la serie para la BBC protagonizada por Ava Gadner y Omar Shariff, ‘Los Dardanelos’ 8titulada Harem, en su versión para el cine). Y es que si el rodaje transcurrió principalmente en la localidad cordobesa de Almodóvar del Río, Tarifa también fue plató de esta ambiciosa producción de 1985 que narra una historia de amor y guerra en la Turquía de principios de siglo (XX). Ni que decir tiene que en Tarifa no se vio el pelo del ‘animal más bello del mundo’ ni las canas del que siempre sería el Doctor Zhivago.
En 1990 se estrenó para Televisión Española la gran superproducción ‘La Forja de un Rebelde’ (Adaptación de la autobiografía del protagonista) que costó la friolera cantidad de 2.300 millones de pesetas. Parte del rodaje de esta serie de 6 capítula que narra la vida del socialista y republicano Arturo Barea 8Antonio Valero) se rodó durante tres frías mañanas (alguna con chaparrón incluido) en el puerto pesquero de la localidad de donde supuestamente partía un barco cargado con advenedizos soldados para combatir en Marruecos. (En la serie intervinieron 250 actores, 280 técnicos y más extras que en Ben Hur, unos 20.000 durante un año de rodaje. Los extras (unos 200 en el rodaje tarifeño) cobraron 2.500 pesetas por día de rodaje. Para el rodaje en Tarifa se trajo hasta el puerto, el barco ‘Juan Ferrer’ que estaba esperando su desguace en los astilleros ‘Teide’.
En 1996 basada en la novela de Arturo Pérez Reverte ‘Un asunto de honor’, el mítico e histórico pub Al-Medina se convertía por obra y gracia del séptimo arte en un lupanal con aires moriscos como atrezo de la película Cachito de Enrique Urbizu.
El director bilbaíno, Enrique Urbizu firmaría años más tarde ‘La caja 501’ (2002) una de sus mejores obras totalmente ambientada en Tarifa y basada en la especulación urbanística y la corrupción política. En este thriller Antonio Resines encarnó a Modesto, un director de una sucursal bancaria en la Costa del Sol, al que un atraco le revelará casualmente que la muerte de su hija en un incendio en los montes de Tarifa, no fue un mero accidente, sino que fue coyuntural a la trama (ficticia claro) de corrupción política, especulación urbanística y complicidad de los medios de comunicación. A Resines le acompañó en el reparto José Coronado y Sancho Gracia que encarna a un ex-policía corrupto y sin escrúpulos, y el antiguo jefe de bomberos que modificó los informes de la investigación del incendio. Como curiosidad, el periódico al que acude Modesto para hacer pública la cruenta historia se llama en la película Europa Sur, lo que originó algún que otro problema con el diario comarcal del grupo Joly implantado en la comarca. La película fue un éxito y obtuvo dos premios Goya (montaje y producción) de cuatro nominaciones y una muy buena acogida.
Las creaciones de Pérez Reverte volvieron a elegir el entorno tarifeño para el rodaje de las aventuras de uno de los héroes más seguidos de la literatura española, el Capitán Alatriste. En concreto en la ensenada de Valdevaqueros bajo las órdenes de Agustín Díaz Yáñez se hizo construir en el año 2004 un atrezo que se asemejaba al galeón flamenco el ‘Niklaasbergen’, protagonista de un asalto de Alatriste y sus hombres para hacerse con un buen botín que corresponde a un episodio de la IV entrega de las aventuras del capitán vasco, ‘El oro del rey’ (2000 Alfagura) que en el libro se encuentra fondeado en la Barra de Sanlúcar, en la desembocadura del Guadalquivir. En Valdevaqueros rodó Vigo Mortesen a la sazón el alter ego de Alatriste y como curiosidad, cuando se terminó el rodaje el esqueleto del viejo galeón breado quedó sin desmontar e incluso se llegó a especular con la posibilidad de reconvertirlo en un restaurante. La dirección del Parque Natural del Estrecho, finalmente no dio los permisos para ello y ordenó su desmontaje.
La localidad ha sido reconvertida en numerosas ocasiones como la vecina Tánger. Así ocurrió con el rodaje de la belga “El infierno de Tánger” que quiso aprovechar el carácter moruno de muchas calles, plazas y edificios del municipio para rodar este film en el municipio.
Más recientemente, en el año 2019 diferentes enclaves del casco histórico y el puerto volvieron a convertirse en parte del Tánger de los años 50 para el rodaje de la serie Little Birds, la serie de la plataforma Sky y de la participaron como extras numerosos tarifeños y campogibraltareños.
Así, desde aquella monocromática gesta de Guzmán, pasando por los ambientes de calles turcas, la presencia de divas como ‘La Rivelles’, o la presencia de soldados norteamericanos de élites, o los aguerridos compañeros de andanzas de los tercios de Flandes de Alatriste y su fiel Íñigo de Balboa, o el retrato de la corrupción política y especulación urbanística que en muchos casos supera la realidad hasta llegar a ser destino de un ‘Carlitos’ que se hacía mayor en Cuéntamé adquiriendo aires jipilones en las playas de Tarifa, la localidad ha sido y es escenario de Cine y desde hace ya 19 años, es además, gracias al Festival de Cine Africano de Tarifa, sede permanente donde cada año se puede llegar a una filmografía de calidad, que hasta no hace mucho nos era esquiva y que gracias al FCAT hoy es cercana.
El FCAT ha contribuido a que Tarifa no solo sea plató de sino sede de uno de los festivales únicos y de mayor importancia en Europa en su género, contribuyendo a estrechar lazos entre continentes vecinos.
También la localidad es escenario desde hace apenas cuatro años del Festival Internacional de Cine Fantástico de Tarifa, ‘FanTarifa’ cuya tercera edición fue postergada por la pandemia y ha dejado en el aire la posibilidad que este emergente festival -apéndice del prestigioso de Sitge. pueda convertirse en un referente en épocas venideras.
Ya ven, dicen que la toda la vida es cine y los sueños, cine son. Pues eso, Tarifa es un gigantesco plató en el que soñar y hacer de esos sueños la mejor película de nuestras vidas.