De Boom en Boom

Tarifa, sus mujeres, sus hombres, sus niñas y niños vivimos de ¡boom! en ¡boom!
Tarifa, territorio donde su TIEMPO y su ESPACIO son clave para entender los problemas, las preocupaciones, las alegrías y tristezas que tenemos en nuestro día a día...
Hay que saber de su HISTORIA-TIEMPO como una permanente invasión y defensa desde donde alcanza la memoria... esto hace que la forma de entender la vida, el dolor y el bienestar de sus habitantes han ido creado un imaginario colectivo y real de vivir en una encrucijada donde en cualquier momento, a cualquier generación (según corran los vientos de los dueños del tiempo y el espacio) le podría sobrevenir una guerra, una invasión, un sometimiento de sus habitantes.
Hay que saber de su GEOGRAFÍA-ESPACIO vulnerable por su ubicación entre dos mares y dos continentes, rodeada de fronteras con su implicación militar y una realidad climática, cambiante y hostil para sus pobladores.
Así, vivimos en un territorio estratégico de la Geopolítica y la economía mundial, decisivo a la hora de entender este mundo y a la hora de entender nuestras vidas, con sus problemas, sus tristezas y alegrías.
Territorio de CAMBIO permanente... de ¡boom! en ¡boom!
Hace 30 años había en Tarifa fábricas de conservas que suponían un elevado número de puestos de trabajo [no entro aquí en las condiciones laborales], una importante flota pesquera, un amplio territorio de explotación agrícola y El Parque de los Alcornocales. No se encontraba una casa para alquilar porque no había casas para alquilar y los garajes eran para proteger al coche de los duros vientos del poniente y del levante, de la humedad. Existía un centro de salud llamado la Casa del Mar, tres colegios y dos Institutos, uno de Formación Profesional (FP) y otro de Bachillerato Unificado Polivalente (BUP)y una Residencia para alumnado que tuviera su vivienda fuera de la población. La comunicación con Algeciras (centro de cualquier trámite) era defectuosa y un gran número de familias carecían de coche. Una mayoría de hombres y mujeres mayores de 30 años no habían podido tener acceso a los estudios primarios.
Y... comienza el ¡boom! ¡EL SURF!
Desconozco si se ha realizado una investigación de lo que pudo suponer la llegada de este deporte de élite porque, aunque, los surfistas poblaban las playas y sus orillas, la juventud de Tarifa no tenía acceso a este deporte, fundamentalmente, por la carestía de sus aparejos y por la inexistencia de Escuelas de Surf accesibles a la población autóctona. Aunque recuerdo que se habló de pedir a la Consejería de Educación una especialidad en FP de construcción de tablas y aparejos, siempre he pensado que esta propuesta encerraba una trampa, por una parte podría dar trabajo a jóvenes de Tarifa que serían hacedores de tablas, currantes, pero sin posibilidad de practicar y disfrutar de este deporte en sus propias playas, cercano esto a un concepto que en el mundo del siglo XIX tuvo su cenit y se llamó, colonialismo
El Surf trajo aparejado algo así como la fiebre del oro. El viento como riqueza.
Cambió la noche en Tarifa y una mayoría de los bares, pubs, discotecas que se abren, son de empresarios foráneos donde algunos jóvenes tarifeños tendrían posibilidad de sacarse algún dinerillo en el verano. Cambió el día en Tarifa porque sus calles se llenaron de tiendas que no tenían ni rebajas de enero o julio y las marcas eran un símbolo de élite. El acceso a sus precios era inviable para la población autóctona. Cambió la economía básica y se fue haciendo de ladrillo, así la construcción de pisos y pisos y pisos comenzó su andadura en los 90 como preludio del hoy de Tarifa.
Y ¡EL VORAZ! ¡boom!
El besugo de la pinta tenía sus caladeros en el Estrecho. En la cocina vasca se guisaba el besugo de la pinta y era del Estrecho, en Madrid, en los mejores restaurantes, se servía el besugo de la pinta y era del Estrecho, en Cataluña el besugo de la pinta era del Estrecho... y en Salamanca, Sevilla, Teruel etc, etc.
Los caladeros del voraz fueron disminuyendo... ¿La invasión de piedras al fondo del mar para encamar los cables de 400.000 voltios? ¿Los acuerdos de la UE, el gobierno central, el gobierno autonómico con la pesquería de Marruecos? ¿La gestión de la Cofradía de Pescadores a nivel local, comarcal, provincial, autonómico y nacional? ¿Por qué la flota pesquera tarifeña ha ido a menos, a menos...?
Y se van quedando picos sin resolver, puestos de trabajo sin resolver, subvenciones sin resolver... que llevan a críticas, gritos justicieros, sinsabores, por las calles, las tiendas, los bares, los portales, los patios, las redes sociales... como en un bucle depresivo...melancólico...
Y ¡LAS PLAYAS! ¡boom!
Del... ¡Cómo puedes vivir aquí con este viento!
Al... ¡Qué envidia me das por vivir en Tarifa!
¡Atlanterra, Los Alemanes, Bolonia, Punta Paloma, Valdevaqueros, Los Lances! ¡Existen!
Y de la mano de las playas vienen los grupos de constructores construyendo su arsenal de pisos y bloques y hoteles mientras se desmantela la poca industria de Tarifa, de Algeciras, de Andalucía, del país...
¿Cómo no ceder a la tentación de construir y construir, a la tentación de acumular y acumular fondos de pisos... aunque, de vez en vez, estalle LA BURBUJA para volver de nuevo con más oxígeno? ¿Cómo no ceder a la tentación de entregar las llaves a pie de obra sin terminar, sin repasar, sin pensar si están en condiciones las infraestructuras de agua, luz, alcantarillado, paseos, carril bici, arboledas, parques, jardines, servicios públicos, aparcamientos, accesibilidad, espacios de ocio para todos los grupos de edad?
¿Cómo no ceder a la tentación de entregar las llaves a pie de obra sin mirar, otear, encontrar pronto el Centro de Salud, Farmacia, Colegios e Institutos, Bares y Restaurantes, Biblioteca, Centro Cultural, Sedes de los partidos Políticos, Centros Cívicos de Participación Ciudadana, Centros de Mayores, Asociaciones de Vecinos y Vecinas, Policía Local y Servicios de Emergencia (Bomberos, Vigilancia y Emergencia de playas y orillas)
Y cito ese tremendo desbarajuste... ¿A quién se oferta trabajo y quién lo gestiona?
LOS MOLINOS, ¡boom!
Qué ha ocurrido en todos estos años de cambio con la Campiña tarifeña, ¿Grandes cortijadas? ¿Inmensos latifundios? ¿Pequeños propietarios? ¿Quién trabaja el campo del municipio? ¿Quién decide las plantaciones? ¿Quién vende sus tierras a la implantación de la energía eólica que impone los aerogeneradores según el criterio y la ganancia de los empresarios? ¿Qué papel juegan los representantes y portavoces de la población tarifeña en este ¡boom! para beneficiarnos con un alumbrado público gratis, por ejemplo? ¿Qué criterios de agresión al paisaje del municipio baraja el ayuntamiento frente a las empresas?
Sabemos muy poco del Parque de Los Alcornocales.
La población de Tarifa vive en el interior de una central eléctrica por exigencias de un guión Geopolítico que respira en las playas y pisa hormigón.
EL ATÚN, ¡boom!
¿Dónde está la flota pesquera tarifeña?
Y ese barco japonés que viene cada primavera, las veces que haga falta, y directamente, a pie de la almadraba, jala el atún, lo congela, y lo traslada a los proveedores de restaurantes de Japón y los amos del atún lo vuelven a vender a la última moda de comer atún crudo que se vende en todo el mundo occidental. Cercano esto a un concepto que en el mundo del siglo XIX tuvo su cenit y se llamó colonialismo ¿Y los criaderos de atunes que permanecen todo el año a lo largo del Mediterráneo, no en el tiempo de sus ciclos, alimentados de pienso rojo?
¿Qué acuerdos existen para el reparto del atún a las poblaciones autóctonas? ¿Quién sabe de los Consorcios?
LAS TIENDAS CHINAS, ¡boom!
Aunque no existan muchos “chinos” en Tarifa, la trampa de los productos y la ropa es palpable. El obrero chino se gana la vida, efectivamente, donde puede, como todos... y ¿el empresario autónomo y autóctono? Carpintería, cristalería, talleres de automoción, tiendas de ropa...
¿Cómo se gestiona a nivel local los pequeños espacios de propiedad pública para ser coherentes y justos en el reparto de alquileres?
EL ¡BOOM! de los apartamentos-garaje
Paseo por las calles y suelo ver un hombre o una mujer joven fumando apoyados en una puerta cerrada a medias porque detrás, justo, está su dormitorio-sala de estar-cocina y no es plan que todo se vea desde la calle ¡a quién le importa! Y caigo en la cuenta que está viviendo en un garaje-apartamento o en un taller-apartamento o en un almacén-apartamento o en una tienda-apartamento...
Y ¡Claro que tiene su lógica! ¡Su sentido! Si yo tengo una panadería, por ejemplo, y voy ganando un jornal mediano a base de mucho trabajo ¿Por qué no hacer un apartamento con lo que puedo ganar lo mismo o más y con la mitad de trabajo? Lo entiendo... pero... ¿Qué supone para una buena calidad de vida de la población el aumento descompasado de este nuevo ¡boom! de apartamentos? Empezamos por pensar en el tema de los contenedores de basura, de X en el invierno pasamos a XXLL en el verano. Aquí hay un problema. Empezamos por pensar en los aparcamientos, de X en el invierno pasamos a XXLL en el verano. Aquí hay un problema. Empezamos por pensar en las infraestructuras de luz y agua, de X en el invierno pasamos a XXLL en el verano. Aquí hay un problema. Empezamos por pensar en el tema de las cacas de perro, de X en el invierno pasamos a XXLL en el verano. Aquí hay un problema. Empezamos por pensar en la enorme cantidad de jóvenes tarifeños y no tan jóvenes que tienen que emigrar a vivir a Algeciras porque en su propio pueblo y donde trabajan se ha pasado de X en el precio de la vivienda o alquiler a XXXLLL desde hace ya un tiempo. Aquí hay un problema. Empezamos por pensar en la necesidad de tantas familias con un imposible acceso a las NO-Viviendas de Protección Oficial (NVPO) y hay que vivir juntos abuelos y abuelas, padres y madres, hijos e hijas, nietos y nietas porque en su propio pueblo y donde trabajan se ha pasado de algunas VPO a NVPO. Aquí hay un problema...
Y cómo se van cambiando las relaciones humanas en los bloques, en las escaleras, en los rellanos...
Paseo por la Avenida 1º de Mayo, día mundial de la clase trabajadora, y veo pisos y pisos y pisos vacíos... ¡qué paradojas tienen los nombres de la vida!
¿Hay una regulación para este país-apartamento, en este país-piso vacío, en el que nos estamos convirtiendo? ¿A nivel Local? ¿Comunitario? ¿Del Estado? No lo sé...
EL ¡BOOM! DEL ALGA Rugulopterix okamurae alias invasora
Y hemos llegado al principio de este relato que decía asi... vivimos en un territorio estratégico de la Geopolítica mundial, de la economía mundial, decisivo a la hora de entender este mundo y a la hora de entender nuestras vidas, con sus problemas, sus tristezas y alegrías. En efecto, como hoy hubiera dicho Miguel de Cervantes “con el alga hemos topado....”
Esta alga que se llama Rugulopterix okamurae, sugestivo nombre, entre aldea gala en lucha contra el imperio romano y el idioma japonés, para un ser vivo que se debe encontrar muy feliz y en expansión y al que nosotros llamamos invasora ¡Hay muchas clases de invasiones! Aquí, la modalidad siglo XXI.
Parece que a distintos niveles se están moviendo con el tema... que no nos lo creíamos que pudiera ocurrir...
DEL ¡NO BOOM! AL ¡NO BOOM!
Hay un ¡NO BOOM! Imprescindible que va con la lentitud de los 85 años que ya tiene. Es el ¡NO BOOM! de saber la verdad, hacer justicia y reparación de la memoria de los perdedores y represaliados de la guerra de España en nuestro territorio. De nuestros familiares en las cunetas.
Es la hora de la creación del CONSEJO LOCAL DE LA MEMORIA que lentamente, como la edad que ya tiene, se va aprobando en las ciudades del Campo de Gibraltar. Es la hora de saber de los prisioneros-esclavos que trabajaron y murieron en nuestras calles y campos, es la hora de conocer y patear sus senderos, sus carreteras, reivindicar, hacer nuestra su injusticia. Su dolor.
Hay un ¡NO BOOM! Imprescindible que nos duele cada día y pasa del invierno a la primavera, del verano al otoño como una oca maleducada que no nos dejara seguir su juego... es el ¡NO BOOM! de la planificación y organización y candelarización, como se dice ahora, de nuestro pueblo...¡ay! que nos coge la temporada de playas, ¡ay! que vienen los conciertos de verano, ¡ay! que salen más aguas fecales en Los Lances, ¡ay! Que llueve, ¡ay! Que no llueve, ¡ay! Que no puedo aparcar, ¡ay! Que no llega la ambulancia, ¡ay! ¡ay! ¡ay!
Iba a escribir un relato para el 8 DE MARZO, día de la mujer, y me he perdido en un bucle de narraciones del día a día, que el lector y la lectora añada o borre lo que vea, y ponga a la mujer tarifeña donde le corresponde, comenzando por esas mujeres trabajadoras de las conserveras! ¡Ay! si yo te contara....