La APBA acude “al rescate” de la Caseta del Náufrago

La Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras (APBA) ha iniciado durante esta semana los trabajos de consolidación y rehabilitación de la antigua Caseta de Salvamento de Náufragos (más conocida como la Casa del Náufrago), que por su singularidad e interés histórico ha sido integrada en el Plan de Protección, Conservación y Puesta en Valor del Patrimonio Histórico inmueble de la institución portuaria.
Quienes tenemos casi el medio siglo en las espaldas, hemos sido testigos de la importante transformación que la entidad portuaria (APBA) ha desarrollado en el municipio tarifeño. Desde la remodelación y puesta en valor del convenio ‘puerto-ciudad’, hasta la ampliación noroeste del hasta entonces puerto pesquero y base naval de la Armada, para su remodelación como Estación Marítima y consolidación del enlace marítimo en el Estrecho uniendo dos continentes con constantes y frecuentes idas y venidas de los distintos ferries que de las distintas navieras, operan a ambas orillas del Estrecho, y lejos quedan estas nuevas y grandes naves, con aquel Juliovernesco hidrofoil, aquel ostentoso yate, Zitania o aquel vetusto mercante reconvertido en ferry y de nombre poético, Miguel Hernández. Ya no se ven uniformes blancos en la Puerta de la Mar; ya derribaron la Casa del Ingeniero y la APBA acondicionó la entrada al paseo de María Coronel; tiró el muro del muelle y con mayor o menor acierto, propició la recuperación peatonal del muelle del Santo.
También se frustró la ampliación del puerto comercial y la creación del puerto deportivo, pero más recientemente la entidad portuaria ha abanderado dos grandes proyectos que la pandemia ha ido retrasando pero que están en marcha. Por un lado, la rehabilitación y acondicionamiento de la antigua vivienda anexa al Faro de Tarifa y por otro, el proyecto denominado ‘Acondicionamiento y puesta en valor de la zona de servicio al este del puerto de Tarifa en el ámbito de Punta Camorro” y que persigue la puesta en valor de todo el entorno de la zona costera denominada ‘La Caleta’. Dentro del proyecto para restaurar ambiental y paisajísticamente la zona de reserva portuaria de La Caleta, se enmarca la primera fase de las obras de rehabilitación “La Caseta de Náufragos”. Un edificio que se derrama por la loma del monte Camorro, y que a pesar de su paupérrimo estado sigue siendo de las construcciones cercanas a la costa más singulares de todo el amplio litoral tarifeño.
Este edificio, que data de 1.886, fue construido por la entonces Sociedad Española de Salvamento de Náufragos y estuvo operativa hasta la década de los 60. A partir de ahí, su deterioro, expuesto a factores tanto climatológicos como antrópicos, han convertido el edificio en una pura ruina. Ahora, para evitar el avance de este estado la empresa Construcciones Civiles Gaditanas SL actúa desde ayer para devolver a su estado original el edificio.
El proyecto es ambicioso y contempla varias fases, pero “ahora -según señalan a este diario fuentes autorizadas de la APBA- de lo que se trata es de acometer trabajos de rehabilitación para evitar que el edificio se venga abajo. Pero vamos a ir más allá y vamos a devolverle su fisonomía original”. La antigua caseta es un espacio de referencia y gran valor para los tarifeños que linda con el límite del Parque Natural del Estrecho y ofrece un paisaje excepcional y por ello la APBA persigue acercar al ciudadano este paraje mejorando su accesibilidad, adecuando el estado de la vía pecuaria existente o estabilizando taludes con riesgo de derrumbe.
Las inspecciones revelan daños estructurales y riesgo de colapso del edificio
Tras los trabajos de inspección técnica y ocular del edificio se ha determinado que éste presenta un deterioro de los muros estructurales debido a la erosión natural y falta de mantenimiento. Recordamos que su ubicación es, a pesar de ser muy atractiva en verano, muy inhóspita y expuesta en invierno, lo que complica (y complicará) su conservación y mantenimiento. También se ha comprobado que no solo el deterioro de los muros estructurales podrían colapsar el edificio, sino que la propia orografía del terreno donde se asienta, y el empuje de la ladera cercana también juega en contra de un posible colapso estructural”
Características de la intervención
Si lo prioritario en este momento es consolidar los muros para evitar el desplome de los frentes Sur y Este (unos trabajos que tienen un coste para la APBA de 48.365 €.), los más expuestos a lo temporales de levante, como ya ocurriera en 2018 con la Casa del Arroyo; se busca la remodelación integral del edificio y entorno lo que supondrá una intervención global que contempla. La consolidación de los muros de fábrica de ladrillos y bloques de piedra, Consolidación de estructura de hormigón del búnker (sobre el que se asienta); Saneamiento de cabezas de los muros de fábrica y cerramiento en cubierta mediante estructura metálica de perfiles tubulares; consolidación de muros de contención de fábrica de mampuestos y mejora del terreno; nivelación plataforma exterior, solado e instalación energética y residual autosuficiente del edificio.
En esta primera actuación de urgencia no se le va a colocar “ventanas, ni puertas, ni techado” por el riesgo de que en el transcurso de su rehabilitación el edificio sea ocupado. De hecho, la APBA litigia en estos momentos con una persona que desde hace más de una década ha hecho de otra ruina en la colá de la costa dentro del dominio público portuario, su vivienda habitual y de la que no pretende marcharse, por lo que el asunto acabará en el Juzgado, con el temor de la APBA, que este hecho “alargue el propio proyecto de puesta en valor de toda La Caleta”.
Este diario, la persona que vive en la actualidad en la ruina se niega a irse por la vía del desahucio administrativo con lo que habrá que acudir al judicial. Eso -esima la APBA podría retrasar hasta en dos años el inicio de las obras en la Caleta. No obstante, conocemos que la APBA este mes sacara la Asistencia Técnica para la redacción ya del proyecto de ejecución, en el que se incluye también la renovación del paseo marítimo de María Coronel (es decir, el paseo de La Caleta que circunda desde la Plazuela del viento, el Miramar o la fachada su del Consistorio y el Castillo de Guzmán).
El uso futuro en el aire
Ya hemos dicho que se trata de una actuación de urgencia, que se pretende rematar en una actuación global y eso conlleva, que el edificio rehabilitado y remodelado defina unos usos futuros con los que poner en valor el lugar. Desde la APBA, se señala que hasta la fecha, ninguna entidad se “ha comprometido en su futuro”, pero otras fuentes cercanas a la entidad portuaria, apuntan a que no se descarta la realización de un concurso de idea que determine el uso final del singular espacio con capacidad para acoger entre otras ideas un museo del mar, un aula marina, o un museo portuario. Pero en cualquier caso queda tiempo y las casas hay que empezarlas por los cimientos. Lo que está claro es que esta nueva iniciativa es un nuevo y decidido paso de la APBA en pos la consolidación y protección del entorno monumental y paisajístico, que por otro lado hipoteca la propia ampliación portuaria, pero que en contraprestación devuelve la APBA crenado una integridad puerto y ciudad que redunda positivamente tanto en el entorno como en la propia fisonomía del territorio, porque cuando crece el puerto, crece la ciudad.