Desde AGADEN Ecologistas en Acción manifestamos nuestra preocupación ante la celebración de las jornadas del aguacate que tuvo lugar este fin de semana en San Pablo de Buceite. Estas jornadas, promovidas por el Ayuntamiento de Jimena de la Frontera, representan un intento de blanquear las prácticas de un modelo agrícola intensivo de aguacate que está generando serios daños ambientales en el Valle del Río Guadiaro, comprometiendo la sostenibilidad del Rio Guadiaro y afectando los recursos naturales de la zona, un proceso de deterioro ambiental que ya se ha evidenciado en la Axarquía de Málaga.
El cultivo intensivo de aguacate en este valle, alentado en gran parte por la falta de regulación, implica una presión desmedida sobre el recurso hídrico. Este cultivo, conocido por su alta demanda de agua, se está expandiendo sin control ni evaluación de los impactos. La Junta de Andalucía, lejos de gestionar de manera adecuada los recursos hídricos, no está realizando los controles necesarios sobre la explotación de captaciones de agua en el río Guadiaro, utilizadas de forma indiscriminada para el riego de estos cultivos. Esto ha llevado a que, especialmente en los meses de verano, el caudal del río disminuya de manera alarmante, provocando un colapso hídrico que afecta a la biodiversidad.
Además, la Junta tampoco controla el uso de tierras de secano que están siendo transformadas en plantaciones intensivas de aguacate, una práctica que se aleja de los usos tradicionales de la tierra y que está generando una presión insostenible sobre los recursos del valle. La expansión descontrolada de estos cultivos implica también la tala de vegetación autóctona de ribera, vital para preservar el equilibrio ecológico del rio y proteger las riberas contra la erosión. Esto conlleva una pérdida de hábitats cruciales para la biodiversidad y empeora aún más la situación medioambiental del río Guadiaro y su entorno.
Con estas jornadas, el Ayuntamiento de Jimena de la Frontera busca presentar el cultivo de aguacate como una actividad inocua, ignorando los graves problemas ambientales que conlleva. Al promover este evento, el Ayuntamiento está contribuyendo a una narrativa que desinforma y oculta los impactos negativos de un modelo de producción que responde a intereses económicos, pero que supone una amenaza real para el medio ambiente y para los recursos hídricos del Rio. La situación de degradación que ya hemos presenciado en la Axarquía, donde el cultivo sin control del aguacate ha causado estragos ambientales, es un claro aviso de lo que podría ocurrir en el Valle del Guadiaro si no se toman medidas urgentes.
Desde AGADEN Ecologistas en Acción instamos a la Junta de Andalucía y al Ayuntamiento de Jimena de la Frontera a reconsiderar su respaldo a estos cultivos intensivos de aguacate y a asumir su responsabilidad en la regulación y control de las explotaciones hídricas y de los usos de la tierra. Exigimos políticas que prioricen la sostenibilidad, la protección de los recursos naturales y el bienestar del interés general.
En este sentido, exigimos a las administraciones que adopten un enfoque más riguroso y comprometido en la gestión del agua y de los usos agrícolas en el Valle del Río Guadiaro, y promuevan alternativas de desarrollo respetuosas con el medio ambiente.