Juan Antonio Criado Atalaya, Doctor en Historia de la Educación
Tarifa al Día da a conocer la visita del subdelegado de la Junta para la celebración del inicio del curso escolar. Acompañado de varios responsables políticos locales, encabezados por el alcalde, han visitado el CEIP Virgen del Sol. A las preguntas de Tarifa al Día sobre las demandas (históricas) de la comunidad educativa tarifeña tanto en infraestructuras como en servicios, el subdelegado, al parecer, no ha tenido mejor salida que relacionar los déficits educativos del municipio con el acuerdo catalán para la investidura de Salvador Illa. Algo que aún no se ha puesto ni en marcha.
Como persona que he dedicado la mayor parte de mi vida al trabajo en educación y que he tenido la oportunidad de volver a mi pueblo natal a ejercer como orientador antes de jubilarme, no he podido más que sentir una cierta desazón al leer las declaraciones de estos políticos del PP. Y es que desde hace meses se vienen escuchando barbaridades por parte de los responsables locales del PP que intentan justificar lo injustificable en materia educativa. Muchas veces uno se plantea si quienes usan ese tipo de argumentos toman a la sociedad como menor de edad o lo que es peor, no preparada y por eso lanzan distintas proclamas que nada tienen que ver realmente con lo que sucede.
Tarifa requiere, no de ahora, sino desde hace muchos años, que la atención en materia de orientación escolar en las etapas de educación infantil y primaria sea cubierta por un equipo de orientación educativa propio para el municipio. Los informes en los que he tenido el honor de participar en su elaboración que se han desarrollado desde el Consejo Escolar Municipal en la última década así lo reflejan y lo manifiestan.
Pero, por hacer un poco de historia, en el año 2006, el Equipo de orientación escolar (EOE) de Vejer recibe las instrucciones por parte de la delegación territorial de atender al municipio de Tarifa que, hasta esa fecha, había sido atendido por el de Algeciras. De manera curiosa, al EOE de Vejer se le quitaba la población cercana de Conil de la misma comarca de la Janda y se le sustituía por un municipio que quedaba mucho más lejos y pertenecía a otra comarca. Los criterios que llevaron a este cambio quedaron en el ámbito puramente técnico (la creación de un EOE para Conil, el gran volumen de trabajo del equipo de Algeciras, etc.). Pero a nadie se le puede escapar que la decisión contó también con otras variables, ya que se modificó el decreto de la creación de estos equipos y sus zonas de trabajo.
La administración educativa de aquellas fechas permitió que en uno de los centros (concretamente el Guzmán el Bueno que se brindó a ello) se creara una sub-sede, de tal manera que las dos personas que se encargaban de los centros de Tarifa lo hicieran de lunes a jueves y solamente se desplazaran a Vejer los viernes para coordinación. Pero en poco tiempo y con el cambio en las plantillas, esto se fue diluyendo. Lo habitual es que durante muchos años cada uno de los cinco colegios de Tarifa ha sido atendido por un orientador u orientadora llegando a intervenir hasta cinco profesionales distintos, y ello no es baladí.
¿Qué supone, pues, que, en vez de tener su propio equipo, Tarifa dependa de otro EOE? Creo que es fácil de entender. Ahora mismo se ha puesto sobre la mesa sólo uno de los argumentos, el relacionado con la distancia de la sede de Vejer con los centros de Tarifa. Algunos responsables políticos locales solo hablan de los beneficios por la reducción de los tiempos de desplazamiento que, en teoría, disminuirían con la atención por parte de un equipo de Algeciras, aunque ello no va a depender sólo de la distancia, sino también del tráfico.
Pero esto es solo una parte. En un municipio donde hay cinco colegios, la creación de un equipo (que contaría con dos orientadores y un especialista de audición y lenguaje) permitiría a los profesionales de la orientación tener un mayor conocimiento de la situación, conociendo de manera global las variables educativas que configuran un microsistema educativo dentro del municipio. Cualitativamente, concentrar el trabajo de dos profesionales de la orientación en los centros de Tarifa conllevaría una serie de ventajas que, a todas luces, se quieren obviar para dejar el debate en una simple mejora con la reducción de los desplazamientos.
Por señalar algunos de estos elementos podríamos decir que la coordinación con los distintos servicios educativos (ya sean de ámbito territorial como la inspección, el centro de profesores, la coordinación con los IES, los tránsitos entre etapas o con los servicios educativos municipales) ganaría en calidad al ser mucho más directa y fluida y al ser responsabilidad únicamente de dos personas. Igual sucedería con otros ámbitos, donde los profesionales de la orientación tienen que coordinar muchas de sus actuaciones, por ejemplo: en el absentismo escolar, en el seguimiento de alumnado atendido por servicios médicos, por servicios sociales, etc.
Es decir, la mejora en la atención de la orientación escolar se vería beneficiada con la creación del EOE de Tarifa no sólo con el aumento del tiempo que se podría dedicar a los centros, sino en algo mucho más importante: en dar una cobertura global por parte de un equipo a un municipio concreto. Los centros educativos en estas circunstancias podrían gozar y contar con la presencia de orientadores y orientadoras en el municipio durante todos los días de la semana, de manera que casos urgentes también podrían ser atendidos de manera inmediata sin necesidad de esperar al nuevo desplazamiento del orientador u orientadora que correspondiera. Igualmente, la creación de este EOE en Tarifa daría mayor estabilidad a los profesionales de la orientación escolar en los colegios.
Y, por último, no se entiende que se hable de que hay unos informes que apuntan a que la solución es la creación de un nuevo EOE en Algeciras del que dependa Tarifa. Porque puede que las condiciones laborales y profesionales de los miembros del equipo del EOE de Vejer mejoren sustancialmente con esta medida (y, por lo tanto, es obvio que desde allí se hagan estas reclamaciones), pero para nada lo que se propone puede ser la solución que necesitan los niños y niñas de Tarifa en materia de orientación escolar.
Y esto que expreso lo hago con conocimiento de causa y ya desde mi posición de jubilado porque no cabe duda de que, después de tantos años intentando responder las necesidades que en materia de orientación educativa se generan en el municipio, cuando uno escucha los argumentos de determinados responsables políticos sobre cuestiones que parecen no quieren entender, a uno se le llena el alma de desazón.
Es lo que tiene cuando no quieren oír a los expertos en la materia, prefieren los recortes y la privatización.
Invertir en cultura es invertir en un futuro de calidad, hasta que no dejen de profanar en la materia no dejarán de errar.
Gran artículo, felicidades Juan.