El cuatro de septiembre, en plena feria y como el que no quiere la cosa, la página Tarifa Today anticipándose a todos los medios de comunicación da a conocer la firma de un borrador de convenio urbanístico entre el Ayuntamiento de Tarifa y una empresa marbellí. Y es que, para un convenio tan ambicioso, los gobernantes locales no convocaron a ninguno de estos medios (como se lo recordaron al concejal de urbanismo en una emisora comarcal) y solamente llamaron a Tarifa al Día, una vez descubierta la publicación en la web municipal del convenio, para hacerlo, en cierta forma, de manera institucional. En ese escenario ni la propia página oficial de Facebook del ayuntamiento de Tarifa publicó nada sobre el asunto y durante esta semana solo ha colgado noticias de las fiestas. Como en otras tantas ocasiones, parece que los gobernantes políticos aprovechan las fiestas para intentar meter un gol al vecindario y hay que volver a recordar eso de “quien nada teme nada oculta”.
No es normal que la primera autoridad no haya respondido al director de un diario comarcal, ni haya intervenido en una emisora de radio para dar explicaciones del asunto. Pero un hecho de tanta importancia y repercusión no puede quedar oculto y, así, pronto empezaron a salir las reacciones de los distintos grupos políticos de la oposición que por supuesto no habían sido informados por el equipo de gobierno ni la primera autoridad. Tanto los Verdes, Ganar Tarifa y el Partido Socialista mostraron de forma inmediata su rechazo a este borrador de convenio que en su opinión deja las manos de los particulares los bienes municipales y en vez de dar solución a los problemas del pueblo (como la falta de vivienda) profundizaría aún más en los mismos.
Las notas de prensa de los distintos grupos fueron desarrollándose en los medios de comunicación locales y comarcales y lo que en un principio fue vendido por el equipo de gobierno en este medio como algo muy positivo para Tarifa pronto estuvo lleno de dudas e interrogantes. Incluso el tema dio para que el director de un diario comarcal nada sospechoso de ideología progresista ni ecologistas escribiera un extenso artículo bajo el título “El Monopoly de Tarifa: viviendas y un hotel en vez de colegios y una fábrica de conservas”. En él se interrogaba entre otras cuestiones de cómo había sido la tasación de los suelos, cómo se va a cambiar los edificios educativos, el vacío legal en esta adjudicación sin concurso…cerrando el argumentario con una reflexión compartida por muchas personas. Y es que una intervención tan ambiciosa debía ser sometida a una revisión del plan general de ordenación urbana y no a un convenio.
Y mientras la feria discurría, el “rebujito” corría por las casetas, las comidas solidarias contaban con gran afluencia y por las tardes la Patrona recibía de la visita de su pueblo, saltó en las redes una convocatoria anónima de concentración para mostrar el rechazo al intento de lo que puede ser un regalo de los espacios públicos tarifeños. Y el lunes de resaca, como el que no quiere la cosa, varios centenares de personas (ya se sabe lo de la guerra de cifras, hay diarios que hablan de un centenar, otros de dos y tres, aunque entre los congregados se hablaba de una asistencia en torno al medio millar) acudieron espontáneamente para mostrar su preocupación por lo que está sucediendo. Responsables políticos locales, colectivos sociales y una miscelánea de gente no han dudado en emplazarse para que esta aberración sea paralizada.
Todavía no conocemos pronunciamiento del alcalde sobre el tema, tan sólo que la primera autoridad local en un acto religioso y en público pedía para la legislatura “entendimiento, respeto, tolerancia y comunicación”, lo que parece que le ha faltado en este asunto con los grupos de la oposición y el resto de la sociedad. A la vez que pedía “inspiración para los emprendedores” ¿Toda una declaración de intenciones?
Y es que todo lo ocurrido recuerda eso de que los mejores “tratos en ferias”.