Los concentrados determinaron constituir una plataforma ciudadana que a través de agentes sociales, particulares, asociaciones ecologistas y partidos políticas canalicen las protestas, acciones y alegaciones al proyecto de urbanizar el Frente Litoral Urbano.
Apuntábamos desde que el pasado miércoles día cuatro de septiembre se hiciera público el convenio entre el Ayuntamiento y la mercantil con sede en Marbella (y administrador único, Borja Merayo) ‘GranParcela SL’ para la ordenación y transformación urbanística de una superficie de más de 150.00 metros cuadrados que se extiende en unos 700 metros lineales de frente litoral entre la piscina cubierta y el cerro y castillo de Santa Catalina, que el asunto tenía visos de convertirse en un nuevo ‘Cable’ que poner en jaque al gobierno municipal presidido por Pepe Santos (PP) y sus socios de Nuevos Aires Tarifa.
Esta tarde, la convocatoria anónima y espontánea surgida a través de redes sociales y grupos de Whatsapp, fue secundada en la tarde de hoy ‘lunes de resaca’ concentrando en el mirador Juan Mate de Luna a unas 200 personas rechazando el proyecto.
A las cinco de la tarde el mirador se encontraba casi lleno y no ha parado de llegar gente. Entre las personas concentradas, rostros de responsables de grupos ecologistas y de partidos como Ganar Tarifa o PSOE, que ya han mostrado su rechazo al modelo de urbanizador concretado en el convenio. Precisamente ambas formaciones políticas en la oposición trabajan en el diseño de una nueva convocatoria pública para mostrar el rechazo al convenio que podría concretarse en próximos días.
Durante una hora los presentes se han dejado notar ante las fuerzas del orden (Policía Local y Guardia Civil) que a pesar de que la concentración no contaba con permiso de la Subdelegación del Gobierno, no han interferido y dejado se llevase a cabo. Los concentrados, algunos portando carteles con lemas como “Tarifa el del pueblo trabajador”, o “Ayuntamiento basura”, han coreado lemas como: “Tarifa no se vende, Tarifa se defiende”, hecho popular durante las protestas contra el intento de urbanizar el sector SL-1 Valdevaqueros.
Han tomado la palabra varias personas como Charo Blanco, perteneciente al grupo ecologista AGADEN-EA, quien ha llamado la atención de los presentes solicitando unión y la necesidad de constituir una plataforma ciudadana en la que representada la ciudadanía grupos y agentes sociales, ecológicos y formaciones políticas, encaucen el rechazo a este modelo de gestión urbanística “que tiene signos de especulación” y que choca frontalmente con las necesidades y derechos de la ciudadanía.
El ex portavoz y edil municipal de Ganar Tarifa, José Francisco Castro, también se ha dirigido a los presentes para apuntar que es necesario que Tarifa se levante y muestre un rechazo a unos modelos “que nos quiere tocas tres pilares fundamentales: los centros educativos, la vivienda y el propio Paseo Marítimo.
Así, con la concentración de esta tarde, se germina un rechazo social a tener en cuenta ante un convenio urbanístico, del que surgen muchas dudas. Una de ellas es que el promotor y con quien se suscribe el acuerdo de futuro, es un administrador único de una sociedad mercantil que tiene como “capital social 3.100 euros”, cuando en sus manos se deposita un proyecto de no menos 7 millones de euros (de las zonas por urbanizar). Otro es que en el propio convenio se recoge una serie de ambigüedades sobre las propias estipulaciones. Demasiadas posibilidades en favor del promotor.
Recordamos que el proyecto no sólo cambiará sustancialmente la fisonomía del paseo, sino que condicionará el traslado de hasta tres centros educativos, equipamientos deportivos y otros servicios, además de promociones de viviendas antiguas, así como el de tres centros educativos y el futuro del cerro y Castillo de Santa Catalina también dependerían del mismo.
El proyecto es una junta de compensación. A los particulares que les pille dentro del sector, que sepan que les puede costar el dinero y quedarse sin vivienda.
Se está gestando “algo” que va a causar ruido y algún dolor de cabeza a nuestros gobernantes.