Ante la persistencia del vertido de aguas contaminadas, “los vecinos y ecologistas solicitan al Ayuntamiento que se repare urgentemente la EDAR, causante de estos vertidos, y por otro, se desclasifiquen todos los suelos urbanizables de la zona y se contemple una moratoria de futuras urbanizaciones, ya que de seguir este destructivo modelo se va a colapsar más de lo que está en la actualidad esta zona del litoral tarifeño”.
Ecologistas y vecinos de Atlanterra califican de nefasta la gestión del Ayuntamiento de Tarifa y la empresa Aqualia por no dar una solución al vertido de fecales en la playa de Atlanterra.
Ante este grave hecho, el gabinete jurídico de AGADEN-Ecologistas en Acción ha interpuesto una denuncia en la Fiscalía de Área de Algeciras contra el Ayuntamiento de Tarifa por posibles daños al medio ambiente y a la salud de los usuarios de la playa.
Los ecologistas no entienden como el “Ayuntamiento de Tarifa que presume de tener unas costas limpias y no contaminadas, no es capaz de dar una solución efectiva y real a este grave problema” que tras varias analíticas realizadas por la Consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía sigue la prohibición del baño en la playa de Atlanterra.
Para AGADEN-EA la situación sobrevenida en el núcleo urbano del término municipal tarifeño, “es consecuencia de una política urbanística que el municipio tarifeño ha llevado a cabo en esta zona del litoral durante años. El consistorio ha permitido, con el beneplácito de la Junta de Andalucía, un crecimiento sin orden ni control y sin atender a que las infraestructuras existentes en la zona eran y siguen siendo insuficientes para dicho crecimiento. Se ha priorizado y permitido una especulación sin límites por parte de las promotoras, que ha provocado una serie de problemas perjudiciales para los ciudadanos y el medio ambiente y que han ido en aumento en los últimos años: atascos de tráfico y falta de aparcamientos, playas contaminadas, suciedad y basuras por doquier, masificación, falta de viviendas sociales, etc. A lo que se suma la gravedad de la falta de agua que se repite todos los veranos y ahora el vertido de aguas fecales a la misma playa” aseguran los ecologistas.
Para el grupo conservacionista, “las medidas adoptadas han consistido en poner a ambos lados del arroyo, por donde discurren las aguas fecales, dos carteles prohibiendo el baño a 50 metros (que además son arrancados de vez en cuando), algo totalmente ridículo e insuficiente, tanto en relación a la información necesaria como a la distancia de la zona de prohibición del baño, ya que como se muestra en las imágenes la zona anexa se encuentra llena de bañistas y usuarios que desconocen el tema por no estar debidamente balizado y señalizado”.
Ante la persistencia del vertido de aguas contaminadas, “los vecinos y ecologistas solicitan al Ayuntamiento que, por un lado, se repare urgentemente la EDAR, causante de estos vertidos, y su futuro uso terciario y, por otro, se desclasifiquen todos los suelos urbanizables de la zona y se contemple una moratoria de futuras urbanizaciones, ya que de seguir este destructivo modelo se va a colapsar más de lo que está en la actualidad esta zona del litoral tarifeño”.