Parece claro que la preocupación de PP y NAT es que el PSOE y su gestión queden desdibujados.
Con motivo del primer año de esta legislatura municipal, un canal de YouTube ha realizado una serie de entrevistas a los líderes de los grupos políticos locales. No entraremos en el formato de las mismas, tampoco por qué no se hacen en la Radio Televisión Tarifa, ni tan siquiera si el entrevistador pudo ser más o menos tendencioso en cada una de ellas. En este sentido, tan sólo reconocemos el valor de que se hayan hecho y emitido para ofrecer esta información a la opinión pública.
En cuanto al contenido de las mismas, podríamos establecer como resumen que los representantes políticos tarifeños conocen bien los problemas y males que aquejan a la ciudadanía. En cuanto al contenido de las mismas, podríamos establecer como resumen que los representantes políticos tarifeños conocen bien los problemas y males que aquejan a la ciudadanía. Es más, podríamos concretar que un porcentaje elevado coincide en señalar los mayores problemas del pueblo, quizás por el cuestionario desarrollado.
De entre estos problemas, destaca, sin lugar a dudas, el de la vivienda. Todos y cada uno de los grupos lo ven como una prioridad política (hasta hace poco se hablaba de mantra creado) y eso es un buen punto de partida. No menos vehementes fueron los portavoces a la hora de referirse al problema de los aparcamientos el aumento de tasas, la falta de espacio para residentes, etc. Pues bien, estos dos asuntos, así como otros aparecidos a lo largo de las entrevistas, están íntimamente relacionados con la presión que recibe la ciudadanía por la condición de municipio turístico. Por ello, parece obvio que se requiere de una intervención colectiva para que el turismo no sea un generador de inconvenientes para la inmensa mayoría y de pingües beneficios para unos pocos.
Coincidieron también los portavoces de los grupos en la necesidad de que el ayuntamiento como administración sea eficaz y cuente con los recursos para dar respuesta a las necesidades del pueblo. Se antoja más que necesario encontrar un equilibrio entre los impuestos que se pagan y los servicios que se reciben (limpieza, administrativos, etc.). Este es otro asunto que se agrava con la afluencia de miles de personas. Los gastos en playas, vigilancia, etc. se multiplican por mucho. ¿Cómo hacer frente a estos gastos sin que la solución sea únicamente gravar con mayores impuestos de la gente de a pie? ¿Parte de la solución puede ser la tasa Turística propuesta por Ganar Tarifa, que parece se terminará imponiendo como ya sucede en otras muchas zonas de España y Europa?
Pinceladas sobre educación, medio ambiente (plan cambio climático), autobús urbano, municipio taurino, princesa saudí o uso discrecional de los recursos fueron otros temas propuestos por el entrevistador a cada uno de los líderes locales. Y para gustos, colores.
Entonces, la gente de a pie puede plantearse qué impiden que los grupos lleguen a acuerdos. ¿Por qué no se aprueban una serie de estrategias y medidas para avanzar en la solución de dichos problemas?
La cuestión no es baladí. En la dialéctica política está claro que el PP tarifeño se ve con ganas de mantenerse en el poder y que observan al PSOE como el verdadero adversario que les puede arrebatar la alcaldía (como ya ha sucedido en otras ocasiones). Por ello, quizás, el continuo interés de los partidos que gobiernan en desacreditar todo lo anteriormente hecho y que debería ser asumido por ellos. No reconocer lo hecho en materia económica de la hacienda local puede volver a hacer caer en los viejos vicios de jugar con el dinero público para convertir el ayuntamiento en un cortijo, donde los más necesitados acuden a buscar el maná del desierto. Parece claro que la preocupación de PP y NAT es que el PSOE y su gestión queden desdibujados. Mientras, al líder del PSOE se le ve resuelto y con dominio de la gestión municipal (algo que también les incomoda). Menos parece preocupar al gobierno local la presencia de la izquierda a la izquierda del PSOE, a la que no lanza ningún ataque. En definitiva, desde el gobierno tarifeño se trabajaría con la mentalidad de al enemigo ni agua y así es difícil llegar a puntos de encuentro.
Pero también hay diferencias de fondo, al menos en el discurso. Veamos algunas. En primer lugar, el PP y NAT ven el ayuntamiento como una empresa. El alcalde llega a decir en su entrevista que la participación debe ser de los empresarios, ciudadanía y comerciantes obviando a otros agentes (como sindicatos, asociaciones de vecinos, asociaciones culturales entre otras). Otro dato de esta concepción poco participativa es ver cómo el alcalde pone en valor el haber vuelto a nombrar (como en los gobiernos del GIL Tarifeño y que emulaba a la época caciquil) a representantes en los núcleos rurales. ¿No sería más efectivo crear consejos territoriales en esas zonas del municipio con la participación de distintas personas? Por su parte, PSOE y GANAR ven más el ayuntamiento como el lugar de encontrar soluciones comunes con la participación de la gente, es decir, la necesidad de vertebrar una sociedad, un pueblo.
En relación a la vivienda, tanto el PP como NAT apuestan por lo privado mientras que Ganar y PSOE ven más que necesario la intervención pública, que tendría como máxima expresión la revisión de una vez por todas del Plan General de Ordenación Urbana, y lo que ello significa para destinar suelo a viviendas de protección.
Por poner otro dato aparecido en las entrevistas, el PP habla de éxito en materia educativa cuando lo que ha hecho tan solo es continuar con lo que se venía haciendo desde hace décadas y como culmen ponen el ejemplo de la gala educativa (bienvenida), pero obvian que su partido acaba de rechazar una demanda histórica para la mejora educativa local, como es la creación de un equipo de orientación escolar.
En definitiva, después de más de 5 horas de entrevistas se podrían escribir muchas páginas; pero, quizás, lo mejor será que las personas interesadas saquen un poco de tiempo y las vean o escuchen. Y como decía el anuncio: «busque, compare y compre la mejor opción para los años venideros». Porque mucho nos tememos que, en estos tres años que quedan, los acuerdos para dar solución a los graves problemas del pueblo serán un gran deseo y una difícil realidad.