Se trata de una pieza excepcional que fue colocada en el templo en 1890 y que fue restaurada por José Luis Pavón y José Martí Perles en el 2015. Ahora la asociación Mellaria con Wenceslao Segura a la cabeza y la colaboración municipal se ha propiciado esta nueva restauración necesaria tras haberse mojado.
El reloj de la torre del templo de San Francisco de Asís, vuelve a marcar el tiempo gracias a su reloj que data de 1890, cuando fue adquirido y colocado en el templo tarifeño, y que ayer era montado en el habitáculo (especialmente realizado tras la restauración del 2015) por el propio ‘relojero mayor’, José Luis Pavón con la ayuda de la restauradora conservadora, Alba Camarelles y el ingeniero mecánico Daniel Gallego y la supervisión del historiador y miembro de Mellaria, Wenceslao Segura. Precisamente la intermediación de Mellaria ha sido clave para que los trabajos de recuperación de la pieza mecánica se hayan materializado,
Durante la pandemia las restricciones de movilidad hicieron que el reloj no tuviese el mantenimiento necesario, a ello se le sumó el que se originó un boquete en la estancia que lo acoge por el que hubo filtraciones de lluvias que afectaron directamente a las piezas provocando su oxidación. Ahora, José Luis Pavón en unos trabajos exclusivamente manuales, ha conseguido no sólo eliminar el óxido de las piezas, sino que las ha recuperado totalmente devolviendo la joya histórica a su estado original. Pavón Manso ha tratado cada pieza mediante el cepillado integral en unos trabajos totalmente altruistas que han durado apenas 20 días.
Ayer, el relojero mayor y sus asesores técnicos presentaron al edil de Cultura, Nacho Trujillo, el trabajo realizado, dándole detalles de los mismos y cambiando impresiones al respecto.
Historia:
Según cuenta el historiador Wencesalao Segura, “corría el año 1890 los vecinos del barrio de San Francisco pidieron al cura de aquella parroquia, Manuel de Fuentes, que colocara un reloj en la torre de la iglesia del que entonces carecía. Solicitado el presupuesto ascendía a 3.000 pesetas incluido la compra del reloj y su instalación” Como la cantidad prevista era “excesiva para que fuera abonada exclusivamente por la parroquia, los vecinos se dirigieron al Ayuntamiento, entonces presidido por el médico Fernando Llanos León. El pleno municipal el día 10 de marzo de 1890 acordó que el Ayuntamiento participara con 1.000 pesetas para el reloj de San Francisco, pero teniendo entendido que el mantenimiento del reloj no sería responsabilidad del concejo municipal”.
Así,134 años más tardes ese reloj que desde hace más de un siglo viene marcando la hora en la Plaza de Ángel, echa de nuevo andar gracias al tesón de Mellaria y el trabajo abnegado y altruista de José María Pavón y su equipo que una vez más demuestran su dedicación por el mantenimiento del rico y valioso patrimonio histórico y monumental de Tarifa.