Junta, ayuntamientos, propietarios y gestores participan de dos reuniones sobre la ‘lagarta peluda’

El director general de Política Forestal y el delegado de Sostenibilidad asisten a estos encuentros técnicos de la lucha contra esta plaga que amenaza el alcornocal. Se proporciona información acerca de la situación de la plaga durante los últimos años, así como los tratamientos a utilizar, y se está a la espera de autorización del Ministerio sobre un nuevo producto.

Representantes de la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, de ayuntamientos de la provincia, propietarios de fincas, gestores y  representantes de asociaciones agrarias han participado hoy en dos reuniones informativas desarrolladas en el Centro de Visitantes del Parque Natural de Los Alcornocales El Aljibe sobre el contexto general de la plaga, su evolución histórica y los tratamientos para combatir la lagarta peluda (Lymantria dispar), las actuaciones que se llevan a cabo cada año y la situación actual a este respecto.

El director general de Política Forestal y Biodiversdidad, Juan Ramón Pérez Valenzuela, y el delegado territorial de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, Óscar Curtido, han intervenido en estos encuentros de trabajo, en los que el equipo técnico de esta Consejería ha compartido con los asistentes el programa de actuaciones para este año.

Este tipo de reuniones informativas se enmarcan en la dinámica habitual de esta Consejería para hacer un seguimiento de la situación de manera periódica e informar a los agentes, autoridades y profesionales de municipios afectados por la proliferación de la Lymantria.

El director general de Política Forestal y Biodiversidad, acompañado por el equipo técnico de Equilibrios Biológicos de la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, ha resumido las actuaciones de lucha integrada implementadas desde la Junta de Andalucía, cuyos objetivos principales son “la conservación y mejora del alcornocal, la defensa de su mejor estado sanitario y el desarrollo de las comarcas con monte alcornocal, cuya economía local es tan dependiente de los recursos forestales y del corcho en particular”.

Asimismo, el delegado territorial de esta Consejería ha remarcado que “la colaboración es imprescindible para ir de la mano, con la complicidad de las administraciones, del sector privado, de entidades y de la sociedad al combatir la proliferación de este insecto y velar por el desarrollo sostenible en los municipios, preservando la masa arbórea y protegiendo el extraordinario patrimonio natural de nuestra provincia”.

El equipo técnico de esta Consejería ha informado en estas reuniones sobre trabajos de monitoreo que se van a desarrollar este año, como en ocasiones anteriores, con más de 2.000 trampas de feromonas, a lo que se suma el tratamiento terrestre, donde se plantea la necesidad de utilización de nuevos productos que controlen la plaga, algo que ocurre también si se implementaran tratamientos aéreos.

El objetivo fundamental de esta Consejería es la conservación sostenible de las masas de alcornocal y para ello, entre otras acciones, es necesario controlar la plaga de Lymantria. Ante la ineficacia de algunas de las actuaciones llevadas a cabo hasta la fecha debido a diferentes motivos, es necesario probar tratamientos alternativos con otro tipo de productos, por lo que desde esta Consejería se ha solicitado autorización al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, con respuestas denegatorias, por lo que se ha presentado el recurso de alzada correspondiente y se está a la espera de un pronunciamiento oficial del Gobierno de España.

En las reuniones también se ha aludido, por otro lado, a otras opciones sometidas a estudio para su viabilidad.

Sobre el contenido de estos dos encuentros de trabajo se informará también próximamente en una reunión con miembros de la junta rectora del Parque Natural de Los Alcornocales.

Desde hace años se realizan tareas de seguimiento, prevención y control de agentes nocivos de los montes, entre ellos, la lagarta peluda (Lymantria dispar), un insecto muy voraz que puede llegar a consumir las hojas del arbolado y ocasionar considerables daños en las masas forestales cuando se desarrolla en forma de plaga. Este lepidóptero es capaz de incrementar su número y convertirse en plaga en un corto plazo de tiempo y las orugas pueden dispersarse con el viento, circunstancia que favorece la aparición de focos en zonas muy distantes. Por todo ello, se considera fundamental establecer un sistema de seguimiento intensivo que permita anticipar y prevenir esta situación evitando los daños al arbolado y sus aprovechamientos.