Los pueblos escriben su historia, pero, también, el devenir de los acontecimientos va marcando la forma de ser de los pueblos y su idiosincrasia. La narración y, en el mejor de los casos, la interpretación que posteriormente se hace de estos acontecimientos es lo que puede variar el relato de la historia.
Tarifa, quizás por su enclave geográfico, es un pueblo que tiene una gran y profunda historia que se pierde en la noche de los tiempos. El Estrecho de Gibraltar como lugar de encuentro de dos continentes y el mar Mediterráneo y el Océano Atlántico, tiene mucho que ver con nuestra forma de ser y de cómo ésta se ha ido configurando. Los restos prehistóricos del paso de los homínidos desde África hasta el continente europeo se desparraman por todo el municipio. La historia antigua dejó la huella de las grandes civilizaciones del Mediterráneo que en nuestras costas obtenían productos para las metrópolis. En esta fecha donde las almadrabas alcanzan su cénit, deberíamos recordar que esta pesca milenaria nos une al atún y a su peregrinar hacia las aguas cálidas del Mediterráneo de una forma ininterrumpida a lo largo del tiempo. La Tarifa medieval prácticamente viene a coincidir con la Tarifa musulmana y su presencia queda imborrable con la Alcazaba fortaleza que se erigió para el control del Estrecho.
La Edad Moderna y la Tarifa fronteriza y baluarte defensivo, queda patente para la gente de a pie, en los templos e imágenes religiosas que aún una parte de tarifeños y tarifeñas veneran. No menos importante fue la presencia en la época contemporánea de nuestra ciudad. Un siglo XIX donde los movimientos pendulares del poder primero entre absolutismo y liberalismo y, posteriormente, entre moderados y conservadores se visualizan perfectamente en la historia de nuestro pueblo. Y así hasta nuestros días, incluidos los luctuosos sucesos que se correspondieron con el golpe de Estado de 1936 y que costó la vida a tantas personas inocentes de nuestro pueblo y que, recientemente, han sido recordadas como sucede todos los años por esta fecha.
A esta historia que cuenta con personas entregadas a su estudio y abundamiento, se le han dedicado miles de páginas: desde trabajos de investigación de tesis doctorales hasta artículos de divulgación. Es una historia que se ha ido forjando día tras día con personajes ilustres y personas anónimas, con gente que tenía grandes responsabilidades y tomaba decisiones que repercutían en el conjunto del pueblo y con gente que se aferraba a la supervivencia en tiempos no tan cómodos como los de hoy.
Recientemente, desde Tarifa al Día se han publicado distintas noticias referidas a la historia local tarifeña, nos centramos en dos de ellas.
La primera de ella hace referencia a la presentación de la actualización del listado de alcaides, corregidores y alcaldes de Tarifa desde el siglo XVII hasta nuestros días. Listado de personas que han tenido responsabilidades en el gobierno del pueblo. El listado que ha sido elaborado por distintos historiadores y estudiosos del tema pone negro sobre blanco los nombres de aquellas personas que a lo largo del siglo se han ido sucediendo como primera autoridad de Tarifa. Por supuesto, es interesante conocer a estas personas y los periodos bajo sus gobiernos. Pero no deberíamos olvidar que la historia del pueblo no la hicieron ellos solamente, sino que le hicieron esa gente de a pie que a veces anónima queda olvidada por el paso del tiempo.
Y de esa gente de a pie que cuando el tiempo deja sedimentar los hechos históricos prácticamente desaparecen, versa otra noticia aparecida en este medio y que es la presentación del libro “Tarifa y su comercio antiguo”, centrado en una época muy reciente de nuestro municipio. Sin duda, es igualmente importante que queden estos testimonios con estas personas que escriben esa pequeña historia del día a día y que seguro que el paso del tiempo las dejarán postergadas e incluso en el olvido pero que dejan testimonio de que la historia de los pueblos la hacen no solamente los poderosos, sino también la gente común: la gente que convive en ellos.
Y ello debería servir para reflexionar que hoy en día estamos escribiendo la historia de Tarifa y de lo que en un futuro será Tarifa y, por ello, las autoridades deberían ser conscientes que ellos tienen una gran responsabilidad pero que deberían contar con la gente de a pie para que esa historia se escriba respetando los intereses de todos y todas. Porque, en el fondo, los pueblos escriben su historia.