Desde la atalaya: Aportar y fiscalizar.

Siempre se ha entendido que realizar una acción política en un pueblo está relacionado con gobernar o detentar el poder. Por el contrario, en un pueblo como en una ciudad la oposición tiene mucho campo para poder aportar propuestas y soluciones a los problemas de sus vecinos y vecinas.

Parece ser que el PSOE de Tarifa está en esta dirección. Y de las muchas funciones que se puede hacer desde las bancadas de la oposición, en esta última semana ha desplegado dos de ellas. De una parte, manteniendo contacto con la sociedad en general para abordar determinadas cuestiones y aportar propuestas de mejora; y de otra, realiza una labor de fiscalización del gobierno municipal, especialmente para ver cómo muchas de las intervenciones que ellos iniciaron en el anterior mandato se terminen desarrollando.

Con respecto a la primera cuestión, en esta semana hemos conocido cómo dicho partido ha mantenido una reunión con miembros de la comunidad educativa para analizar la situación del municipio en esta materia. Seguro que no faltaron propuestas y demandas que vienen siendo realizadas desde hace décadas y que con ellos en el gobierno también se elevaron a las autoridades educativas andaluzas. Lo consideramos un acierto, pues es muy importante que la educación esté en primer plano en la vida de un pueblo.

En relación a la labor de fiscalización, en esta semana también, y a petición del PSOE a la que se sumó Ganar Tarifa, se celebró un pleno extraordinario para la aprobación del Plan sobre el Cambio Climático (PCC).

Como viene siendo habitual, el portavoz y último alcalde socialista de Tarifa insistió en la necesidad de finalizar una gestión iniciada durante su mandato en la alcaldía y que sólo requiere de una aprobación para ponerse en marcha. Una necesidad que vendría dada por el cumplimento de la legalidad. Y de otra, por la complejidad de los hechos que el cambio climático puede provocar a nivel global, pero también a nivel de municipio.

Ganar Tarifa explicó su apoyo a esta petición, ya que el plan había sido elaborado con la participación de colectivos sociales y que no finalizar las gestiones para desarrollarlo era degradar el concepto de participación ciudadana, algo fundamental para este grupo político en el desarrollo de la vida de los pueblos.

Desde el equipo de gobierno intervinieron el alcalde y el portavoz de Nuevos Aires Tarifa, que, a la postre, parece se ha convertido en el portavoz del gobierno municipal eclipsando a los concejales del propio Partido Popular.

El alcalde justificó la no aprobación por falta de información y la baja laboral de un técnico municipal que, según él, era fundamental. No dudó en dar la importancia a dicho documento y su desarrollo, pero no supo poner fecha ni establecer un compromiso serio sobre ello.

La intervención del concejal de Nuevos Aires, como de costumbre, sirvió para decir que no paran de buscar soluciones a los problemas del pueblo, acusando al Partido Socialista de su gestión anterior. En este rol se muestra como un azote contra el anterior gobierno, especialmente contra el portavoz socialista, con quien parece haber entrado en una dinámica de confrontación personal. Y tras señalar que para él era un documento vacío con muchas fotos que se hizo antes de las elecciones, para argumentar por qué no se había aprobado el plan, básicamente vino a utilizar dos argumentos cuando menos peligrosos y malintencionados con respecto a lo público. De una parte, el portavoz de Nuevos Aires aseveró insistentemente que, desde su punto de vista, no hay personal cualificado en el Ayuntamiento para dicha actuación; y de otra, y como consecuencia, apostar por la externalización del desarrollo del plan. Al mismo tiempo que utilizaba estos argumentos, señalaba que la agenda urbana local recoge las medidas a desarrollar tanto para el Plan del Cambio Climático y el desarrollo de la Zona de Bajas Emisiones. Entonces, ¿Dónde está el problema?

El portavoz socialista señaló que quizás le dijo que si el problema era que en el documento había fotos donde salía el anterior gobierno, que quitaran la foto, ya que con otros documentos elaborados en el anterior mandato no habían tenido ningún problema en copiarlos literalmente. Por ello, consideraba que el retraso en la aprobación podía deberse más a una postura negacionista propia de la ultraderecha, algo que molestó enormemente al de Nuevos Aires. El lapsus de “clima climático”, sirvió para que dicho concejal volviera a espetar al portavoz socialista que no le permitía ninguna corrección.

 

Y en este totum revolutum, el de Nuevos Aires no tuvo ningún impedimento en volver a mostrar algunas de sus pretensiones y prioridades políticas cuando afirmó que en el tema de movilidad y transporte público no sólo había que buscar una rentabilidad social, sino también una rentabilidad económica y que, por lo tanto, no era partidario de las bonificaciones o ayudas para el uso del transporte municipal. Cuestión de prioridades.