Desde la atalaya: Presupuestos y contradicciones

Por suerte, la Radio Televisión Tarifa, desde hace años, viene subiendo los plenos a YouTube y qué mejor acta de lo que pasó y se dijo que ese documento visual y auditivo.

Hace unos días, un amigo me comentó que se habían aprobado los presupuestos municipales de Tarifa para el año 2024 y que, tras lo escuchado y visto a los distintos grupos políticos, no tenía claro si estos presupuestos eran buenos o malos para el pueblo. En aquel momento no pude opinar, puesto que, como la inmensa mayoría de la población, no tenía ni idea de que se había hablado y aprobado en dicho pleno. Por suerte, la Radio Televisión Tarifa, desde hace años, viene subiendo los plenos a YouTube y qué mejor acta de lo que pasó y se dijo que ese documento visual y auditivo. Tras verlo, pude tener una opinión de lo expuesto por los distintos concejales, que no de los presupuestos que es un documento muy complejo.

Así, en primer lugar, me atrevería a señalar que los presupuestos se acompañaron de múltiples contradicciones en lo dicho en el pleno. La primera y más grande contradicción fue el empeño de los socios de gobierno, es decir, el partido Popular y Nuevos Aires, de vender estos presupuestos como una herramienta para el desarrollo del pueblo y romper con las políticas del anterior gobierno que, según ellos, habían llevado a Tarifa “la paralización durante ocho años”. Una apreciación un tanto arriesgada, ya que si se quiere que sea asumida por la población se debería explicar qué argumentos tienen para decir que el pueblo ha estado paralizado.

Pues bien, al mismo tiempo que se afirmaba esta “parálisis”, el concejal de Hacienda del Partido Popular (a quien se le agradece su tono en las intervenciones realizadas) y luego el portavoz de Nuevos Aires no dudaron en reconocer que la situación económica del ayuntamiento es buena gracias al plan de saneamiento que el tripartito aprobó a finales de 2017. Cabe recordar que este plan se debió aplicar para corregir la situación económica en que se encontraron la hacienda municipal, y que fue uno de los motivos por los que desalojaron al Partido Popular de la Alcaldía con la moción de censura presentada en 2015. Ello ha supuesto tener unas cuentas públicas saneadas y recordemos que, si “me comen las trampas” y no tengo liquidez, poco puedo hacer. Siendo la liquidez económica fundamental para cualquier acción política, resulta obvio que no se puede hablar de estancamiento de manera genérica y sin decir en qué se basan.

En segundo lugar, se hizo referencia a que los presupuestos municipales es un documento puramente técnico donde los servicios económicos del Ayuntamiento tienen un peso más que importante porque son los que deben señalar de qué capacidad económica se dispone para el desarrollo de determinadas políticas (así se reconoció en el pleno). Por lo tanto, un presupuesto que está condicionado por un plan de ajuste económico no puede variar mucho de un ejercicio a otro si no se quiere romper ese plan de ajuste y volver a las andadas del descontrol del gasto. Si, además, la mayor parte del gasto del presupuesto municipal se emplea en el capítulo 1 y 2, es decir, en el pago de la nómina y funcionamiento de la administración local, la diferencia entre los grupos puede estar básicamente en cómo se gestiona la administración y la prioridad de las políticas que se desarrollan. Por ello, resulta llamativo (por no decir una nueva contradicción) que si se quiere cambiar la tasa de la deuda del plan de saneamiento (como dejó entrever el gobierno) en pos de un factor social se puede correr el riesgo de caer nuevamente en el descontrol en contrataciones.

Como es lógico, en todo debate el gobierno que aprueba los presupuestos nos habla de la grandeza de los mismos, no escatimando expresiones tan grandilocuentes como a veces vacías: “un trabajo serio, exhaustivo, complicado”. También se dijo que eran unos presupuestos que “certifican, centralizan, convencen qué tipo de gobierno queremos”. Señalando la complejidad del manejo del dinero público “desde un punto de vista social para ayudar a sectores más desfavorecidos, …”. Y gajes de la vida: al tiempo que el concejal de Hacienda hacía estas declaraciones, el portavoz de Nuevos Aires señalaba que los presupuestos “se basan en la generosidad del pueblo de Tarifa, que soporta gastos que genera el turismo en detrimento de otros servicios que son básicos, necesarios” afirmando que los presupuestos estaban dirigidos a hacer efectivas políticas productivas. Cerrando su intervención tajantemente con la afirmación: “se trata de una política con orientación empresarial pura y dura”.

Una contradicción más grande entre dos miembros del gobierno no puede escucharse en tan poco espacio de tiempo. Pero, además, este portavoz debería aclarar qué quiere decir con «orientación empresarial», pues como funcionario público que ha sido debería conocer la diferencia entre una empresa y una administración. Sirva de ejemplo que si las grandes empresas constructoras que operan en Tarifa hicieran de administración y se preocuparan de lo social (como habla su compañero del PP), el problema de la vivienda quizás no existiría, pues, como todo el mundo sabe, en Tarifa no paran de construirse viviendas, pero se construyen con una orientación empresarial del beneficio y las han convertido en un artículo de lujo y no en una orientación social que garantice un derecho básico.

Por su parte, los grupos de la oposición en sus intervenciones intentaron demostrar las debilidades de las propuestas. Así, el PSOE argumentó que son una copia mala de lo que se venía haciendo, que fallan en inversiones. Señaló la contradicción que suponía hablar de revitalizar URTASA y dedicar una partida de gasto para ello, cuando hace unos meses no estaba en los planes del gobierno. Criticó que los presupuestos dejan de lado la vivienda, la educación y la salud, no miran al futuro, no aparecen consignaciones presupuestarias para inversiones y obras. Expuso, la portavoz socialista, que el aumento de los gastos de Servicios Sociales hace referencia al aumento de los salarios de los trabajadores, pero no de las políticas de ayuda, y así un largo etc. que, debido a la premura del tiempo, quedaron entrecortados.

Desde Ganar Tarifa señalaron las contradicciones de unos presupuestos que destina más a la escuela de tauromaquia, concretamente 10.000 euros (para unos pocos) que a la participación ciudadana del municipio, que sólo tiene 1.500 euros. Para este grupo, estos presupuestos no aportan nada para buscar soluciones al problema de la vivienda como podría ser la puesta en marcha planes de alquiler. Señalando que en materia de deuda sólo se va a continuar pagando el canon anual de amortización del crédito, pero no se aportan nada nuevo como intentan hacer creer. Pero, sobre todo, señaló algo interesante a tener en cuenta y es que siendo uno de los plenos municipales más importantes, el tiempo para el debate era escaso.

Esta fue otra contradicción, ya que el alcalde que, según palabras del propio concejal de Hacienda, había dedicado mucho tiempo a la elaboración de los presupuestos no intervino en ningún momento para demostrar que conocía de “pe a pa” el documento. Por el contrario, su afán por controlar los tiempos de intervención de manera poco flexible desdibujo su perfil de primera autoridad y lo hicieron aparecer más como un árbitro de mesa de baloncesto.

Con esta reflexión, que cada cual opine. Pero lo mejor para poder opinar y detectar estas contradicciones es ver el pleno en el canal de RTV Tarifa en YouTube.