Desde la atalaya: ‘Toca gobernar’

Por: A mí prim

Y aquí es donde los responsables de los distintos grupos políticos locales que apoyan al gobierno de la nación deberían jugar su papel de mediador, acercando a los diputados y diputadas de sus formaciones políticas a las realidades concretas de Tarifa y trasladándole la necesidad de buscar soluciones, como, por ejemplo, para el sector pesquero

Afortunadamente, nuestro sistema democrático (con sus defectos incluidos) sigue funcionando acorde a las normas de convivencia que se dieron con la Constitución Española. Afrontados los periodos de agitación de la derecha y extrema derecha (una quizás por impotencia de no haber conseguido formar mayoría y otra porque está en el intento de borrar la Constitución española y de volver a sistemas antidemocráticos) en el intento de desestabilización y creación de conflicto en la sociedad, habría que señalar que, al final, lo que han conseguido es encumbrar a grupúsculos que veneran períodos pre constitucionales.

Ahora, una vez formado el gobierno, tras la toma de posesión de las ministras y ministros es hora de actuar como poder ejecutivo. Al nuevo gobierno le toca desarrollar y desplegar las políticas que los sectores progresistas de la sociedad esperan como agua de mayo, para poder convencer a sus vecinos, amigos o conocidos de que los pactos llevados a cabo no son para beneficiar a territorios, sino, fundamentalmente, para beneficiar al conjunto de la sociedad y, especialmente, a los que más lo necesitan. En este periodo, las aguas deberían de volver a su cauce y, aunque se espera una ofensiva mediática, judicial y política donde confluirán todas las facciones conservadoras (desde las posiciones más moderadas hasta las más extremas), más pronto que tarde se deberían ver las medidas del nuevo gobierno.

Ministerios como el de Vivienda, el de Infancia y Juventud, Sanidad, Servicios Sociales y otros muchos deben de desplegar esas propuestas que ayuden a una redistribución de las riquezas generadas por el conjunto de los españoles y españolas. En este escenario, se nos antoja fundamental que los políticos con esas responsabilidades (diputados y el propio gobierno) vengan a los pueblos y ciudades, tomen el pulso a la opinión pública, anoten y busquen soluciones a los problemas que aquejan a la ciudadanía de esos territorios.

Y aquí es donde los responsables de los distintos grupos políticos locales que apoyan al gobierno de la nación deberían jugar su papel de mediador, acercando a los diputados y diputadas de sus formaciones políticas a las realidades concretas de Tarifa y trasladándole la necesidad de buscar soluciones, como, por ejemplo, para el sector pesquero, que ha visto agravada su situación con el alga invasora, soluciones para las viviendas en un municipio que ha entrado en una burbuja especulativa cuyas consecuencias están aún por llegar, soluciones para muchos espacios que aún siguen siendo del Ministerio de Defensa y que se reviertan al municipio (Tarifa dejó de ser plaza militar hace años debido fundamentalmente a los avances tecnológicos y a los cambios en materia de defensa), soluciones y propuestas concretas ante los problemas de sobreexplotación medioambiental con la profusión del ladrillo que las autoridades andaluzas parecen estar dispuestas a consentir y que en materia hídrica son alarmantes, ya que cada vez los efectos de la sequía son más graves

Si bien muchas materias que afectan a la vida de la ciudadanía son competencias de las Comunidades autónomas y, por tanto, en Andalucía el PP seguirá aplicando durante estos años políticas neoliberales tendentes al desmantelamiento de los servicios públicos y a crear un modelo de sociedad donde el que más tiene es el que más vale, sin ningún tipo de compensación por parte de los poderes públicos. Pues bien, siendo verdad, todo esto no es menos cierto que el gobierno de PSOE y SUMAR tiene una oportunidad de oro para que los que se movilizaron y trabajaron para frenar la entrada de la extrema derecha en el gobierno de España y defendieron la creación de un gobierno progresista vean que su esfuerzo mereció la pena, porque día a día se construye una sociedad más justa donde todas las personas tienen cabida.

 

1 comentario en «Desde la atalaya: ‘Toca gobernar’»

  1. Hay un problema ya » histórico » como es el de Las Dunas de Valdevaqueros. Es una auténtica pena el dineral que se gastan anualmente para barrer la carretera que da acceso al diseminado de Paloma Baja porque las administraciones no se ponen de acuerdo para darle la solución definitiva. Dinero a la basura tal cual. Ahí lo dejo, ojalá lo lea alguien con capacidad de solvencia.

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