Los actores se niegan a “reprogramar” la obra como quiere la Junta que niega la censura y asegura que ha recibido quejas del público. El PSOE gaditano exige a la delegada del Gobierno andaluz, Mercedes Colombo, “una rectificación de forma inmediata e incluso el cese de la delegada territorial de Cultura por ese atentado sin sentido contra el mundo de la cultura».
“La vida es puro teatro”, “la ficción supera a la realidad” son dos máximas relacionadas directamente con la farándula y de un tiempo a esta parte y a tenor por las decisiones adoptadas por determinadas administraciones públicas ya sean ayuntamientos, diputaciones, o como es el caso que nos ocupa, la propia Junta de Andalucía parecen ser hoy en día, el evangelio de postulados más propios de la dictadura franquista que de época democrática. Y es que la Junta de Andalucía a través de la Delegación Territorial de Cultura ha comunicado y/u ordenado la cancelación de la obra ‘Auge y caída de una ciudad’ que a cargo de una unión de 8 actores se ha representado los pasados día 2 y 9 del mes en curso y se tenía programada para mañana viernes 16 de septiembre. La causa esgrimida por la Junta (la misma administración que promociona y permite la entrada de niños en espectáculos tan sangriento como las corridas de toros) para dar al traste con el trabajo teatral es que “no habían sido previamente informados (que la obra), contenía alguna escenografía no apta para todos los públicos».
Nerea Galán una de las protagonistas de la obra, señala que la obra preparada (y ya representada en dos ocasiones) contiene un desnudo en una escenificación enmarcada en las termas romanas. En cualquier caso, se apunta, es algo de lo más natural. Galán confirma que la obra preparada también contiene pasajes de representación de la violencia, a las que hace referencia la Junta para justificar la cancelación, pero la actriz cree que detrás de “este veto” está el contenido político del trabajo y las menciones a las revueltas en Francia de este verano.
La Junta niega “cualquier tipo de censura” y justifica su cancelación además de las ya esgrimida en que “dicha circunstancia ha provocado que se reciban en la Delegación numerosas reclamaciones de los asistentes a las dos funciones ya representadas”. Es decir, que a partir de ahora, si alguien por cualquier razón acude a una función teatral y no es de su gusto, en lugar de levantarse de su asiento y no ir más, elevará queja a la administración para que la obra no sólo no la tenga que ver él, sino evitar que la vean los demás. Vamos que se va hacer muy buena esa máxima del dramaturgo alemán Bertolt Brecht, en la que recomendaba que “si la gente quiere ver sólo las cosas que pueden entender, no tendrían que ir al teatro: tendrían que ir al baño.”
La Junta en su empeño de negar la mayor y mostrar su lado más magnánimo y “a fin de evitar situaciones de este tipo (que nadie se ofenda), ha ofrecido a la unión de actores “la posibilidad de reprogramar la última sesión”. Un hecho que ha indignado a los actores y que consideran inaceptable y la prueba evidente de la censura a la que han sido sometidos. Los actores exigen a la Junta “cumplir con su contrato en respeto a nuestro trabajo y a los espectadores que tenían programada su asistencia; y hacemos un llamado a los compañeros y compañeras del mundo de la creación en general y de las artes escénicas en especial para que nos apoyen en nuestra reivindicación”.
El PSOE lamenta el retroceso cultural de la ultraderecha representada por el PP
La censura de la Junta ha tenido una rápida respuesta por parte del PSOE provincial que a través de su secretario provincial, Juan Carlos Ruiz Boix ha realizado una condena a la censura de la Junta y ha instado al propio presidente de la Junta Juanma Moreno Bonilla a intervenir en el asunto.
Ruiz Boix lamenta que el PP al final se esté mimetizando con la extrema derecha de Vox y tomen decisiones que son un atentado contra la cultura.
El secretario general de los socialistas gaditanos exige a la delegada del Gobierno andaluz, Mercedes Colombo, una rectificación de forma inmediata e incluso el cese de la delegada territorial de Cultura.
Reclama Juan Carlos Ruiz Boix “que dejen desarrollar al equipo artístico la labor que habitualmente hacen en libertad y respeten su trabajo de manera que puedan culminar el último pase que cerraba además la programación de verano en el espacio cultural asentado sobre los antiguos restos arqueológicos romanos.
Concluye Ruiz Boix señalando que el Partido Popular ya no cuenta con el yugo de Vox en el Gobierno de la Junta para un acto de censura de ese tipo. “Desgraciadamente lo que vemos es que es lo mismo la derecha extrema que la extrema derecha. Son lo mismo el PP que Vox”, apunta para mostrar su indignación ante un Gobierno del PP “que ha llegado hasta ese extremo y nos retrotrae a los tiempos de Franco, del NODO”.
Pues es sólo contra los titiriteros, ni contra los raperos, ni contra las cantantes que denudan los pechos, parece que la censura es un mecanismo para que algunos gobernantes impidan a los demás ver y oír lo que a ellos les molesta o simplemente no les gusta. Como si al resto les tuviera que gustar sólo lo que ellos oyen y ven, o quieren oír y quieren ver. Una senda peligrosa que conduce hacia la muerte de la Cultura, la muerte de las libertades porque como dijo el verso sin tumba, «un pueblo que no ayuda y no fomenta su teatro, si no está muerto, está moribundo». ¡Ay Federico!