A través del responsable de la Federación Andaluza de Pesca, José Manuel Dávila, el sector reclama distintas soluciones para evitar el amarre de la flota
José Manuel Dávila, armador de Barbate y representante de la Federación Andaluza de Pesca (Fenapa), José Manuel Dávila, ha reclamado soluciones y alternativas de pesca para la flota artesanal del Estrecho de Gibraltar ante la proliferación del alga asiática invasora, que está cada vez más presente en los caladeros de la provincia de Cádiz, pero también de otros puntos de Andalucía como Motril (Granada) o Adra (Almería).
En declaraciones a la agencia Europa Press, el portavoz del sector ha expuesto ante la opinión pública que, por sus tamaños los buques de pesca artesanal “están muy limitados” para hacer grandes desplazamientos, por lo que tienen que vivir «con lo que tienen enfrente». «Si lo que hay enfrente es alga y atún, nos tienen que dar alguna solución o será inevitable que la flota tenga que amarrar», ha advertido advierte.
«Necesitamos soluciones, alternativas de pesca. Que nos dejen hacer nuestro trabajo, que es lo que no podemos ahora mismo, y para ello lo único que sería factible ahora mismo es la pesca del atún», demanda el armador representante de FENAPA.
Dávila recuerda que los problemas con el alga invasora fueron detectados por primera vez sobre 2015 y que se ha ido extendiendo a los caladeros de la provincia, provocando que las especies autóctonas de la zona, como el erizo, las ortigas o el pepino de mar y el voraz sean cada vez «más escasas» sin embargo el representante del sector señala que la especie está totalmente recuperada y
Como principal solución Dávila reclama que una vez constatada la recuperación del atún rojo del Estrecho, se ofrezca un aumento en las cuotas designadas a la flota artesanal del Estrecho que en la actualidad tiene asignadas por el organismo internacional que regula la pesquería del Atún, el ICCAT tan sólo el 11,69% del de TAC (Total de Captura Admisible) que comparte con la flota canaria y los barcos de artes menores del Mediterráneo de 6.783,67 toneladas (783 más que el año pasado) asignadas a España y cuyo reparto está establecido en el mínimo porcentaje para la flota artesanal, mientras que flota de cerco (pesca intensiva e industrial), la almadraba y la flota de cebo vivo del Cantábrico se llevan el 87,15%.
Y es que la situación es tan drástica y tan desproporcionada en el reparto, que apenas 40 barcos cuentan con una autorización especial para capturar cada año 487,6 kilos de atún. O lo que es lo mismo que cada barco puede pescar dos o tres, atunes a lo sumo, mientras que el resto de la temporada, se ven abocados a la pesca del besugo, que no sólo escasea, sino que el alga asiática está echando a perder los aparejos de pesca.
Dävila entona el mismo grito desesperado realizado desde la flota tarifeña y señala la necesidad de contar con “soluciones, alternativas de pesca. Que nos dejen hacer nuestro trabajo, que es lo que no podemos ahora mismo, y para ello lo único que sería factible ahora mismo es la pesca del atún», demanda el armador barbateño.
“Necesitamos soluciones a nivel de alternativas de pesca. Que nos dejen hacer nuestro trabajo, que es lo que no podemos ahora mismo, y para ello lo único que sería factible ahora mismo es la pesca del atún”, ha manifestado este armador de Barbate quien insiste en que “esto es una catástrofe muy grande y por parte de las administraciones se deben de poner de acuerdo y empezar a, por lo menos, intentar mitigar un poco este problema, porque lo que no se puede es estar mirando para otro sitio”, ha denunciado.
Sobre las posibles soluciones, Dávila ha reconocido que “no hay unos polvitos mágicos” que hagan desaparecer las algas del mar, y que “esta es una especie invasora que viene para quedarse” por lo que “habrá que empezar a convivir con ella”. No obstante, ha vuelto a reclamar alternativas al problema que vive la flota gaditana.
Sobre las pérdidas que esta alga está provocando al sector, el representante andaluz de Fenapa ha señalado que la cifra es “incuantificable” y que este verano, debido también a las condiciones climatológicas en el Estrecho de Gibraltar, la lonja ha tenido entre “15 o 20 días de actividad”.
“En tiempos donde tanto se habla de la pesca artesanal por parte de las administraciones con que hay que protegerla porque es la que menos daño hace y la más sostenible, aquí no se está protegiendo, al contrario, nos están dejando morir”, ha denunciado.
El representante de Andalucía en la Federación Andaluza de Pesca (FENAPA), ha concluido advirtiendo que esta situación es ya “un problema generalizado en Andalucía, aunque quien más lo está sufriendo en estos momentos es la flota gaditana” y ha añadido que “esto viene para quedarse y será una muerte anunciada. Hoy será nuestro puerto, mañana será otro, el siguiente otro, e iremos cayendo uno detrás de otro”, insiste.